
Es cierto que la reacción no tiene nada que ver con la que vimos en un experimento similar realizado en España. También es cierto que la educación que reciben en Japón dista mucho de la “picaresca” con la que se suele definir a los españoles. Su sociedad deja poco margen para el individualismo, y el respeto y la educación son valores fundamentales. Ellos entienden que son parte fundamental de un todo en su sociedad y lo demuestran en todas las facetas de su vida