El escritor, tenía un olfato muy atinado para lo que sería la evolución de nuestra forma de expresarnos, si tenemos en cuenta que en esa época no se hablaba, ni siquiera tenían idea, de que las redes sociales (e incluso Internet) y su particular forma de escribir serían algo omnipresente hoy en día. Tampoco existía el mensaje de texto, Whatsapp y similares, de la forma masiva que conocemos hoy.
Pero el autor, ya intuía que nuestra forma de escribir, lentamente se estaba inclinando hacia la realidad que tenemos hoy (a nivel de redes sociales y mensajes de texto, por supuesto, donde todo se abrevia, o se simboliza). Es así que hace alrededor de 30 años escribió el artículo que aquí presentamos en forma de 20 diapositivas, donde con un humor ácido y al mismo tiempo resignado, nos muestra como podrá llegar a ser el idioma español, si esta tendencia continúa. Un texto imperdible, y por momentos bastante difícil de entender, a pesar de que nunca deja de presentar sus argumentos, en el idioma de Cervantes...y en defensa de la Ñ...faltaba mas...