Su Facebok se disparó en cuestión de dĆas, superando los 12.000 seguidores y ya tiene unos 5.000 en Twitter.
Los curioso es que Rita Mattos, una carioca de 24 aƱos, no es artista ni modelo. Tampoco se dedica a la polĆtica, ni ha sido coronada con los laureles de la Academia.
Rita trabaja como barrendera —y lo hace muy bien, a juzgar por lagunas de las fotos que publica— y fue escogida por los internautas como musa de la CompaƱĆa Municipal de Limpieza Urbana de RĆo de Janeiro. Sin embargo, ella cuestiona semejante tĆtulo.
"La gente se sorprende y asusta cuando ven a una chica linda trabajando como barrendera. Me dicen que podrĆa conseguir un trabajo mejor, en lugar de andar barriendo y juntando basura. ¿Por quĆ© las limpiadoras tienen que ser necesariamente feas? Existe un preconcepto", dice Rita, agregando que "a pesar de que el trabajo es bastante pesado, me divierto mucho y siento orgullo de lo que hago". AdemĆ”s, recuerda que el contingente femenino en tareas hasta hace poco reservadas a hombres, aumenta dĆa a dĆa.
Rita ingresó en la compaƱĆa municipal el aƱo pasado, atraĆda especialmente por la estabilidad laboral de un empleo pĆŗblico. Su rutina es dura. A las 07.00 embarca en un ómnibus municipal que da vueltas por la metrópolis, y lleva a una cuadrilla de limpieza para reforzar los puntos donde el personal de rutina se ve saturado, ya sea por inundaciones, temporales, absentismos u otros sucesos.
Por la tarde, va al gimnasio a ejercitarse con fuerza. "Mi lema es ejercitarme en el gimnasio para poder sonreĆr en la playa", dice en declaraciones citadas por Globo.
Rita, que en 2011 ganó el concurso "Miss Zona Oeste" en la ciudad, se enteró de la repercusión de sus fotos a través de una amiga. Al principio se preocupó bastante, pero ahora encara su "fama" de manera positiva.
"Al principio creà que era una broma de mal gusto, o que me estaban criticando, burlÔndose. Pero después de ver que los comentarios eran positivos y elogiando mi belleza, me lo estoy tomando a buenas. Espero que con toda esa divulgación aparezca una buena oportunidad de trabajo, pero no quiero crearme expectativas", expresa.
La barrendera dice que estĆ” acostumbrada a recibir piropos en las calles, especialmente cuando viste su uniforme naranja. Pese a que se considera una persona tĆmida, Rita dice que los elogios no le molestan. Por el contrario, asegura que le gustan, y le resultan graciosas las creativas frases que le dedican.
A quien no le gustan tanto es a su novio, con quien estĆ” desde hace siete aƱos. Aun asĆ, Rita dice que estĆ” "tranquilo" y maneja bien la sĆŗbita fama de su compaƱera.
En cuanto a su futuro, Rita quiere estudiar administración de empresas y hacer carrera dentro de la municipalidad. De hecho, la semana pasada dio examen de ingreso en una universidad privada, y aguarda el resultado con ansiedad. Si su condición económica mejora, harÔ realidad uno de sus sueños: la casa propia.