Los pingüinos suelen asociarse a paisajes repletos de nieve, hielo y frío. Sin embargo, no siempre es así. Buena prueba de ello es Boulders Beach, donde estos simpáticos animales disfrutan del sol sudafricano dándose baños en sus costas. Precisamente el perfil de este país africano es el lugar elegido por estas aves para anidar en febrero. A pesar de que parecen inofensivos, es mejor no acercarse demasiado porque pueden morder.
Playa de las Catedrales, Ribadeo, Lugo
La acción del viento y el mar sobre las rocas de esta playa han modelado el paisaje con esta forma tan singular. De gran interés turístico, la playa ha tenido que limitar su afluencia de público requiriendo reserva previa para acudir a ella.
Playa Vaca, Goa, India
Las vacas son animales sagrados en la India, donde una localidad ha llegado a permitir que campen a sus anchas por las playas. Goa, que es el primer destino turístico de mar del país, despliega sus costas para que estos rumiantes dormiten en su fina arena o se refresquen las patas en el agua del océano.
Playa de Gulpiyuri, concejo de Llanes, Asturias
Entre la costa de Ribadesella y Llanes se encuentra semiescondida la playa de Gulpiyuri. Aunque su longitud no es superior a los 50 metros, son muchos los lugareños y extranjeros que se animan a darse un baño en sus aguas saladas.
'Isla de los Cerdos' (isla de Big Major Cay), archipiélago de Exuma, Bahamas
Los cerdos se han convertido en una de las mayores atracciones para los extranjeros, que conviven con los marranos mientras se dan un refrescante chapuzón en las aguas cristalinas de las Bahamas.
Crosby Beach, Liverpool, Inglaterra
Lo más llamativo de tomar un baño en las aguas de esta playa es el paisaje que se ofrece delante de los ojos. En mitad del océano se contemplan nada menos que 100 estatuas de hierro antropomórficas que conforman una obra de arte. 'Another Place' –traducido como 'Otro Lugar'–, firmada por Antony Gormley, consigue que esta costa nunca esté vacía. Además, llaman la atención los molinos de viento para recoger energía eólica mar adentro.
Monkei Mia, Perth, Australia
Si siempre has querido ser el niño al que sacaban en el zoo para meterte dentro del acuario con los delfines, esta playa es para ti. Convivir con estos mamíferos en libertad es posible en Monkey Mia, una isla perteneciente a Australia. Las autoridades de Sharks Bay –declarado patrimonio de la humanidad– comprueban que la relación entre los humanos y los animales sea respetuosa y no se produzca ningún altercado. Foto: Flickr/Akeii
Papakolea, South Point, Hawai
Conocida como 'la playa verde', Papakolea ofrece a sus visitantes una sensación de lo más singular al contemplar la arena teñida con este característico color. El tono de su firme responde a la presencia de una piedra semipreciosa olivina que proviene del cono de cenizas del volcán Pu'u Mahana. La erosión ha sido la responsable del traslado de estos minerales hasta la costa de South Point.
Playa Balos, Creta, Grecia
Visitar esta playa y sorprenderse en todo uno. El color de la arena de Playa Balos no es nada usual. ¿Acaso había visto alguna vez costas de arena rosa? Además, el agua es tan cristalina que le parecerá estar bañándose en una piscina de agua dulce. Todo ello, con la naturaleza griega como compañera.
Playa Nogales, La Palma, Canarias
Si la de Papakolea tenía arena verde, la de Nogales tiene un tono grisáceo muy oscuro. El color de esta playa responde a que su firme se compone de material volcánico. Cuidado cuando el viento sople fuerte y haya olas, porque algunas de las costas canarias –como la de la imagen– son, además de preciosas, peligrosas por la cantidad de rocas submarinas que acogen.