Muchos niños hacen berrinches cuando llega la hora de la comida, pero a veces es muy necesario sentarse a escucharlos. Esta pequeña se puso a llorar desconsoladamente frente a su plato de comida a medio terminar, luego de darse cuenta de que ahí hay un animal despedazado. “De verdad no me quiero comer a los animales“, dice a su padre, mientras toma en su mano uno de los huesos.
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