Bonnie y Clyde

Bonnie y Clyde eran dos jóvenes enamorados que decidieron seguir una vida de crimen. Durante más de un año lograron su cometido robando bancos, estaciones de servicio y tiendas, hasta que la policía los localizó, y murieron bajo las balas. Varias personas fueron asesinadas por ellos y eso los convirtió en los criminales más buscados. Bonnie no tenía antecedentes policiales antes de conocer a Clyde, un ex convicto, pero todo indica que fue por amor que lo siguió en ese camino.

Butch Cassidy y el Sundance Kid

Estos dos criminales, seguidos por una banda de forajidos, solían robar trenes hacia fines del siglo XIX. Fueron uno de los dúos más famosos, pero al ser perseguidos por las autoridades viajaron a América del Sur para esconderse. Es allí donde se pierde su rastro y donde supuestamente murieron. La versión más factible es que fue en Bolivia durante un tiroteo, pero no hay registros exactos.
Frank y Jesse James

Estos dos hermanos participaron de la Guerra Civil a favor de los Estados Confederados. Luego de la guerra, se dedicaron a robar bancos y trenes, protagonizando algunos de los robos más famosos de la época.

Los asesinos de los corazones solitarios

Durante los años 40, Raymond Fernández aprendió el vudú y pensó que sería una buena manera de seducir mujeres, quitarles todo y abandonarlas. Pero un día conoció a Martha Beck, la cual incluso abandonó a sus hijos por él. Ella comenzó a participar de los robos, haciéndose pasar por la hermana de Fernández. Sin embargo, sus celos eran tan grandes que los asesinatos no se hicieron esperar. Se cree que en el tiempo que vivieron juntos mataron a 20 mujeres.
William Burke y William Hare

Durante el siglo XVIII el estudio de la anatomía era muy popular, pero no había cuerpos suficientes para que los doctores estudiaran el cuerpo humano. Esto llevó a que muchas personas robaran tumbas y vendieran cadáveres. En este negocio se encontraban Burke y Hare, solo que ellos asesinaron a 17 personas para vender sus cuerpos a la ciencia. Burke fue colgado públicamente mientras que Hare se libró de la horca.
Leopold y Loeb

Ambos jóvenes eran inteligentes y muy adinerados, considerados dos de los mejores estudiantes que había. Su experimento consistió en realizar el crimen perfecto, pero no les salió como esperaban. Secuestraron al primo de Loeb, un joven de 14 años, y mientras arrojaban el cuerpo, a Leopold se le cayeron los anteojos. Finalmente admitieron el crimen y fueron encarcelados.






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