
En Estados Unidos una empleada de un local de comida fue víctima de maltratos de una mujer por un error en un pedido. "Mis hijos no comen pimientos verdes, comen pimientos rojos", fue una de las frases de la clienta, en una demostración de ironía y falta de educación. Pero la furia de la mujer indignada continuó: "Si quieren ser educados con los clientes, deben hablar en inglés. Están en Estados Unidos de América y deben saber hablar en inglés. El cliente siempre tiene la razón, así funciona acá".