
Chris Ouwerkerk, un rescatista de la organización Humane Society de Michigan, EE.UU, recibió un llamado en el que una persona le dijo que alguien había abandonado a un pequeño cachorro junto a una casa abandonada donde había pasado la noche. Era invierno y estaba lloviendo, así que Chris se apresuró para ir en busca del pequeño. Una vez que llegó al lugar comenzó a llamar al perro y el cachorro salió de inmediato de su escondite entre dos botes de basura y corrió hacia él.