
Las fuerzas aéreas de Estados Unidos bombardearon hoy un hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad de Kunduz, en el norte de Afganistán, porque, según justificó el Gobierno afgano, en él se ocultaba un grupo de talibanes, lo que provocó la muerte de 19 personas y dejo a otras 37 heridas. En tanto que la ONU condenó el ataque y afirmó que se trata de un acto "inexcusable" y "posiblemente un crimen de guerra".