
En respuesta, Obama tuvo que admitir que en principio estaba escéptico acerca de este programa de 580 millones de dólares, pero explicó que quería "probar diferentes cosas", porque "también tenemos socios en el terreno que invierten y están interesados en ver algún tipo de solución a este problema". Sin embargo, el presidente estadounidense eludió la pregunta de Kroft sobre si fueron estos socios los que le obligaron a aceptar el plan, e insistió que "es importante para nosotros asegurarnos de que exploramos todas las diferentes opciones disponibles", según recoge 'The Huffington Post'.