Es difícil de creer, pero esta idea azuza la curiosidad científica desde que la revista Nature publicó un curioso estudio en el año 2000. Según los autores, quienes han pasado por este trance y han sufrido una merma en la habilidad lingüística conocida como afasia detectan el 73 por ciento de los intentos de mentirles. Y basan su capacidad en interpretar con mayor agudeza los gestos que dibujan las caras de sus interlocutores. El resto de las personas capta los engaños alrededor de la mitad de las veces.
¿Es mucho más cara una dieta saludable que otra que no lo es?
Mucho. En Reino Unido, 1.000 kilocalorías de comida saludable superan en más de seis euros su equivalente energético en alimentos menos recomendables, según un estudio de la Universidad de Cambridge. El análisis se centró en los 94 alimentos incluidos en el índice de la cesta de la compra del país, que es el que se utiliza para medir la inflación. Más allá de este dato, los investigadores constataron que de 2002 a 2012 el precio de la comida saludable subió mucho más que el del otro grupo. En concreto, 2,30 euros en el primer conjunto y menos de uno en el otro.
¿Es posible identificar a alguien por su latido cardíaco?
El corazón de cada persona late con irregularidades únicas. Trasladando esta información a un algoritmo, una empresa norteamericana ha creado una pulsera con la que se pueden sustituir las contraseñas del ordenador por el latido del usuario.
¿El sistema inmunitario puede provocar una enfermedad mental?
Es lo que se desprende de un trabajo de la Universidad de Cambridge, que estudió cómo se han desarrollado 4.500 niños desde los 9 a los 18 años. Los investigadores observaron un dato curioso en aquellos que diariamente tenían dosis altas de una proteína asociada a la respuesta del sistema inmunitario. Quienes habían sufrido enfermedades coronarias o diabetes de niños mostraron una propensión mayor a desarrollar depresión y psicosis al cumplir la mayoría de edad.
¿Los negros también pueden tener los ojos verdes o azules?
Sí, aunque es difícil. Lo que determina primordialmente que tengamos los ojos azules es cierta mutación (“versión”) del gen OCA2. Pero que uno posea ese gen no quiere decir que ese gen se exprese en sus hijos, porque también cuenta cómo sea el otro progenitor. Si este posee el tipo de OCA2 que codifica ojos marrones o negros (lo normal), prevalece siempre sobre el tipo de gen que da los ojos azules. Por eso se dice que este gen es recesivo, porque siempre “pierde” la batalla. Como los negros muy rara vez tienen la carga genética de ojos azules, aunque tengan hijos con una mujer con esa coloración, el gen nunca llega a cumplir su función.