
Como sucede en muchas partes del mundo, hay gente que sencillamente no se da cuenta o no tiene reparos en ocupar esos lugares. Sólo cuando los multan o cuando les llaman la atención admiten que lo que hicieron era incorrecto. En el video se hace ver que detrás de cada puesto para discapacitados hay una persona que de verdad lo necesita. Esa persona tiene un rostro y puede hablar, es más: explica su situación y pide a los que no tienen problemas de movilidad que busquen otro lugar para dejar el coche.