Hablar de los inventos del futuro desde el presente es complicado. Lo fácil es dejarse llevar por el entusiasmo y hablar de coches voladores, viajes en el tiempo o el teletransporte. ¿Qué inventos llegarán realmente a nuestras vidas para cambiarlo todo en los próximos meses?

Parece que la dirección está clara: el futuro se va a parecer a Minority Report. Sin el engorro de los hermanos videntes claro. Pantallas gigantes y flexibles, sin cables y controladas mediante gestos; hologramas y dispositivos de realidad aumentada; inmersión digital total a través de dispositivos de realidad virtual…

Todo parece estar encaminado hacia el “Internet de las cosas” y los wearables. Tu camiseta monitorizará tus constantes vitales, te ofrecerá consejos e incluso formará parte de una comunidad online de camisetas. Parece un chiste, pero no lo es. Los chips y la interconectividad son una realidad inminente para los próximos meses.

El dron también es una figura que está irrumpiendo con fuerza en la actualidad tecnológica. Conocemos sus aplicaciones recreativas, científicas e incluso militares, pero pronto habrá drones que te traigan el correo (recordemos que Amazon está trabajando en el asunto ya) y que sigan tus pasos como si fuesen mascotas.
Los coches autónomos, por otra parte, son ya una realidad en fase de pruebas. Esta tecnología está casi lista para conquistar nuestras vidas, solo queda que la sociedad vaya asumiéndola. Primero habrá una lenta adaptación, algunas ciudades acogerán coches autónomos como curiosidad y, cuando nos queramos dar cuenta, estaremos echando de menos el volante y los pedales.

Estos son algunos de los inventos del futuro que ya están aquí y que formarán parte de tu vida en menos tiempo del que crees:

Las gafas de realidad aumentada son dispositivos que integran objetos virtuales en el mundo real. Google, Microsoft y Asus, entre otras compañías, están desarrollando sus propias gafas de realidad aumentada.

La computación perceptual, una iniciativa en la que Intel tiene especial empeño, nos permite manejar nuestros dispositivos mediante gestos.

El popular Google Car está todavía en fase de pruebas, pero ya hay algunos circulando por Silicon Valley con muy buenos resultados.

Nuestro smartphone seguirá creciendo en potencia computacional y funcionará como un auténtico ordenador de bolsillo.

Las pantallas flexibles abrirán un nuevo mundo de posibilidades, entre ellas wearables más atractivos como este prototipo de pulsera.

La interconexión entre dispositivos sin cables es un camino de no retorno, Intel y Microsoft caminan en la misma dirección: wireless.

Esta camiseta es un ejemplo de un wearable que monitoriza las constantes del usuario que la lleva puesta y transmite la información a su smartphone.

Los teléfonos modulares eran una idea ingeniosa hace un par de años, en los próximos meses seremos testigos de su salida al mercado y popularización.

Los hologramas están todavía en una fase muy primitiva de su desarrollo, pero científicos de todo el mundo empiezan a construir esta tecnología sobre una base sólida.

Un dron autónomo que, sencillamente, te sigue. Aunque ya no hablamos de prototipos, este tipo de dispositivos voladores todavía están muy orientados a las prácticas recreativas.

Como muchos usuarios sabrán, las Oculus Rift no son novedad, pero estamos a las puertas de su popularización y esto supondrá nuevas experiencias audiovisuales.



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