Cuando Colleen Banton, llena de mucha tristeza, llevó a su dulce hija al hospital, sabía que ese probablemente iba a ser el final. Su hija Chelsea, de 14 años de edad, tiene una larga historia de problemas médicos, y cuando, de repente, ella volvió a recaer con un horrible caso de neumonía, los médicos no estaban esperanzados. A medida que la niña se quedaba dormida, toda la familia, se despedía de ella entre lágrimas.
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