Aparentemente un comprador anónimo llegó a la casa de Abosch en París y quiso adquirir la pieza para su colección personal. El precio de ‘Potato #345’ no estaba en discusión. En la impresión 162x162cm se ve una papa, en el ya icónico fondo negro que Kevin utiliza para sus retratos altamente codiciados en el mundo de los magnates de la tecnología, los negocios, el cine y la política.
“A Kevin le gustan las papas porque, como las personas, son todas diferentes pero inmediatamente identificables de que todas pertenecen esencialmente a la misma especie. Ha fotografiado muchas patatas. Esta es una de sus favoritas.”
Una prueba más de que el valor del arte es subjetivo.