Para llevar a cabo el estudio, que ha prolongado durante diez años, los expertos del Centro de Investigación de la Familia en la Universidad de Cambridge analizaron a 100 familias en Reino Unido que tenían niños de entre dos y 12 años de edad, y que tenían con mascotas.
Según Matt Cassel, investigador de postgrado de Psiquiatría en Cambridge:
El estudio sugiere que los menores también son propensos a tener una relación más fuerte con sus mascotas que sus pares, ya que tales relaciones (sobre todo cuando son de niñas con perros) alientan un comportamiento más social, como “ayudar, compartir y cooperar”.
Para el investigador, este estudio demuestra que se puede hablar de la relación de los niños con sus mascotas "de la misma manera que hablamos de relaciones entre hermanos", y concluye asegurando que se debería estudiar más la importancia emocional de los animales en las familias.
El estudio sugiere que los menores también son propensos a tener una relación más fuerte con sus mascotas que sus pares, ya que tales relaciones (sobre todo cuando son de niñas con perros) alientan un comportamiento más social, como “ayudar, compartir y cooperar”.
Para el investigador, este estudio demuestra que se puede hablar de la relación de los niños con sus mascotas "de la misma manera que hablamos de relaciones entre hermanos", y concluye asegurando que se debería estudiar más la importancia emocional de los animales en las familias.