Un equipo de investigadores de Rabat acaba de comunicar un descubrimiento fascinante, de esos que romperían los esquemas de muchos expertos en aves rapaces. Es posible que un halcón esté almacenando aves vivas para alimentar a sus pollos, de una forma que recuerda a nuestras propias costumbres.
El descubrimiento se hizo en 2014 en la isla de Mogador. El nombre de la isla tiene su origen en la antigua denominación de la preciosa ciudad portuaria que la conecta con el continente, ahora llamada Essaouira y que reconocerán los fans de la serie Juego de Tronos. Es una reducida extensión de solo tres kilómetros de largo y muy cercana a la costa de Marruecos. Como es de esperar en una isla de sus características y localización, es un punto muy importante para las aves migratorias; es por ello que está protegida como reserva natural y solo puede visitarse con un permiso previo.
En Mogador anida el auténtico protagonista de este descubrimiento, el halcón de Eleanora. Es una rapaz de tamaño medio, de silueta estilizada y vuelo extremadamente ágil. Necesita volar muy bien para poder alimentarse, pues sus principales presas (pero no las únicas) son los insectos. Cualquiera que disfrute observando el vuelo de los vencejos con la llegada del verano ya tendrá una idea de cómo se desplaza este halcón.
Los halcones de Eleanora (Falco eleonorae) aprovechan el paso de otras aves migratorias para la puesta de sus huevos. En Mogador, los halcones nacen a principio de agosto y cerca del final de septiembre ya pueden volar. Durante dicha época una gran migración de aves vuela desde la Península Ibérica hacia el sur y, no es casualidad, los halcones aprovechan esta temporada para alimentar casi exclusivamente a sus polluelos con aves migratorias.
El hallazgo en Mogador
El ornitólogo Abdeljebbar Qninba y su equipo realizaban un estudio en la pequeña isla cuando descubrieron algo que les resultó extraño: había pequeñas aves migratorias atrapadas en las oquedades de las rocas. La sorpresa llegó al descubrir que les faltaban plumas de la cola y de las alas, plumas muy importantes para el vuelo. Fue entonces cuando Qninba comprendió lo que había encontrado. Aquellas aves atrapadas y visiblemente alteradas formaban parte de la estrategia de los halcones de Eleanora, ¡los estaban usando como despensa!
Las pequeñas aves migratorias parecían estar siendo almacenadas por los halcones; de esta forma disponen de alimento fresco durante días para sus crías. Incluso cabe la posibilidad de que los halcones, aprovechando la debilidad de sus presas, enseñen a sus crías a matar para comer. Se trata de la primera vez que un comportamiento como este se observa en aves rapaces, lo que implicaría unas habilidades cognitivas que muchos considerarían imposibles en una rapaz.
El hallazgo en Mogador
El ornitólogo Abdeljebbar Qninba y su equipo realizaban un estudio en la pequeña isla cuando descubrieron algo que les resultó extraño: había pequeñas aves migratorias atrapadas en las oquedades de las rocas. La sorpresa llegó al descubrir que les faltaban plumas de la cola y de las alas, plumas muy importantes para el vuelo. Fue entonces cuando Qninba comprendió lo que había encontrado. Aquellas aves atrapadas y visiblemente alteradas formaban parte de la estrategia de los halcones de Eleanora, ¡los estaban usando como despensa!
Las pequeñas aves migratorias parecían estar siendo almacenadas por los halcones; de esta forma disponen de alimento fresco durante días para sus crías. Incluso cabe la posibilidad de que los halcones, aprovechando la debilidad de sus presas, enseñen a sus crías a matar para comer. Se trata de la primera vez que un comportamiento como este se observa en aves rapaces, lo que implicaría unas habilidades cognitivas que muchos considerarían imposibles en una rapaz.
Por supuesto, el descubrimiento aún requiere de mucha investigación para poder verificarse completamente. Los halcones de Eleanora tienden a acumular sus presas (muchas veces mutiladas) cerca de los nidos para alimentar a sus crías con el paso del tiempo. Algunos investigadores creen que las aves atrapadas podrían ser únicamente presas que han intentado huir sin alcanzar el éxito debido a sus lesiones. Pero si el equipo de Rabat está en lo cierto, estaríamos ante un descubrimiento único entre las aves rapaces.
El descubrimiento ha sido publicado en la revista científica francesa Alauda.
La noticia ha sido cubierta por NewScientist en su número de enero de 2016.
La noticia ha sido cubierta por NewScientist en su número de enero de 2016.