Los tildes (o acentos gráficos) son una parte básica de nuestra ortografía y pueden cambiar completamente el significado de una frase. Sin embargo, tienden a ser dejados de lado en pos del ahorro de tiempo o de la estética. Muchos, incluso, ya han olvidado cuándo una palabra debería llevar tilde.

Es una lástima, porque el uso de los tildes es una de las pocas áreas en que nuestro idioma sigue reglas bastante lógicas y simples. Tanto, de hecho, que nos permiten armar un simple diagrama que te sacará la duda de si esa palabra lleva tilde.


Tilde diacrítico
Hay un aspecto en que las reglas del uso del tilde pueden generar alguna complicación y lo habrás notado en el diagrama. Se trata del tilde diacrítico.

Este es el acento que se pude ver en algunos monosílabos, incluso cuando técnicamente no sería necesario, para diferenciarlos de otras palabras con la misma grafía pero significado diferente. Un ejemplo sería el tilde que diferencia a «él» (pronombre) de «el» (artículo), por ejemplo, en «él, profesor, lo dijo» y «el profesor lo dijo».




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