Apodado "el arco iris de fuego” consiste en patrones de luz impresionantes que técnicamente no son ni de fuego y tampoco arco iris, reúnen todas las condiciones requeridas para que parezca las dos. La única manera que se puede formar un “arco iris de fuego” es si el Sol se sitúa más alto que 58 ° sobre el horizonte, y su luz pasa a través de las nubes cirrus, hechas de cristales de hielo hexagonales, a una altitud de más de 6 km.
Debido a que el Sol tiene que estar en un ángulo exacto para que los colores sean visibles, sólo es visto en altitudes particulares en ciertas épocas del año, la mejor oportunidad de ver uno es si estás en algún lugar cerca del ecuador al mediodía a mediados de verano.
"Por ejemplo, en Londres, el Sol sólo es lo suficientemente alto 140 horas entre mediados de mayo y finales de julio. Mientras que en Los Angeles, el Sol es mayor a 58 grados durante 670 horas entre finales de marzo y finales de septiembre," aseguró un informe publicado en Plantas Divertidas.
"La difracción implica ondas de luz que se dispersan en un patrón similar a un anillo", afirmó Live Science. "Al igual que con otros objetos iridiscentes, como plumas de pavo real, el color cambia dependiendo de una posición con respecto al Sol y el objeto."