
El hombre, quien vive en Nueva Zelanda, escuchó un fuerte ruido y supo que había ocurrido un accidente, por lo que corrió hacia el lugar y se encontró con que Daejon Pahia, un chico de solo 5 años, había sido atropellado por un coche: “Vi a un chico acostado en el suelo y a una mujer que lo sostenía. Su cabeza estaba sangrando por lo que me quité el turbante y se lo puse en la cabeza.