El peor enemigo es el alcohol que afecta el proceso hormonal y genera más ansiedad de comer

La necesidad de satisfacer nuestras necesidades inmediatas, motiva a no considerar contar las calorías de los líquidos que bebemos. Una encuesta del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI) de Argentina explica que incluso es mejor comer un chocolate pequeño antes que tomar un vaso de gaseosa.
El primer enemigo es el alcohol, que tiene mucha incidencia a la hora de aumentar de peso. Esto puede explicarse en función de la actividad del hígado: mientras este órgano trabaja para quemar el alcohol que el cuerpo ingiere, no puede quemar las grasas que el proceso del organismo precisa. Además, la ingesta de alcohol afecta al proceso hormonal y una de sus consecuencias es la sensación de más hambre.
Otro hábito a erradicar es el consumo de refrescos procesados, se puede notar una rápida pérdida de peso con solo eliminarlos de la dieta. Los azúcares añadidos significan calorías directas.
Las bebidas light o bajas en calorías son una buena opción, pero el exceso no es conveniente. Aunque no hay todavía investigaciones concluyentes al respecto, lo cierto es que existe una posibilidad de que influyan en el aumento de peso. “Para compensar la falta de azúcar, estas bebidas contienen edulcorantes artificiales y un exceso de sodio (un 200% más), lo que provoca que se retenga líquido”, precisa el estudio. En consecuencia, además de aumentar peso, genera un problema para los riñones y el hígado.
ANSIEDAD
Los nutricionistas explican, además, que tomar muchas bebidas gaseosas hacen que se coma más porque hacen que uno sienta una sensación falsa de saciedad y que, rápidamente, vuelva a sentir hambre.
¿QUÉ TOMAR?
En primer lugar, agua, es lo más sano para los riñones y para la hidratación del cuerpo en general.
También el té verde es una excelente opción para tomar en cualquier hora del día. Sustituir el café con leche por café natural. El café combinado con leche, leche condensada o cremas tiene muchísimas calorías. En cambio, si se toma solo, el café natural ayuda al sistema a depurar grasas.
Dejar de lado las bebidas energéticas que tienen mucha cafeína y muchísimos azúcares, conservantes y otros compuestos que almacenan grasa en el organismo.
Tomar té sin azúcar es una de los mejores remedios para perder peso. Los beneficios del té son muchos: es una de las bebidas que más ayudan a eliminar la grasa y expulsarla del cuerpo de manera natural.
Olvidar las bebidas con gas, si se toman jugos naturales o bebidas y refrescos sin gas enseguida se notará el efecto.  (El Clarín)

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