Gracias a las grandes posibilidades de comunicación constante que ofrece Internet, el teletrabajo ha crecido mucho en los últimos años: para muchos puestos de trabajo ya no es necesario salir de casa e ir a una oficina, pues las oportunidades que ofrece Internet satisfacen las necesidades de comunicación.
En cualquier caso, la comunicación y coordinación de un equipo que trabaja en un mismo lugar sigue siendo superior por razones obvias. Por eso, la robótica puede suponer el próximo (y definitivo) gran paso para el teletrabajo, juntando las bondades que ofrece el trabajo a distancia con la excelente comunicación de un trabajo presencial.
Este hombre va a la oficina sin salir de su casa
El caso de Nick Brewer, por ejemplo, es muy interesante: como una persona cualquiera, Nick va por la maƱana al trabajo, completa sus tareas, asiste a reuniones con sus compaƱeros y durante un rato de descanso, va a tomarse un cafƩ con sus colegas. Lo sorprendente es que Ʃl hace todo eso desde su casa en Nueva York, pero la oficina de su empresa, Doble Robotics, estƔ en San Francisco.
Brewer controla desde su casa a un robot que fabrica su propia empresa y que hace las veces de Ć©l en la sede fĆsica de Double Robotics; como Ć©l, hay muchos otros empelados en el equipo que funcionan de la misma manera. Los robots Double consisten en un par de ruedas para dotar de movilidad al sujeto, un palo alargado que hace las veces de cuerpo y una pantalla que retransmite en tiempo real la cara de la persona a la cual “sustituye”.
Robots presenciales que nos permiten estar en la otra parte del mundo
A efectos prÔcticos, trabajar a través de un robot no supone un gran cambio: Brewer debe cumplir un horario como cualquier otro empleado, estar en las reuniones a tiempo e ir al despacho de su jefe cuando este le reclama, no se aplica un trato especial por su particular condición de trabajo. El único cambio que han tenido que aplicar en Double Robotics para hacer funcional este modelo es mantener siempre las puertas abiertas (excepto que necesites privacidad, claro), ya que sus robots carecen de brazos y consecuentemente las puertas suponen una obstrucción.
Los robots de Double se pueden comprar ya por 3000$, por lo que no serĆa extraƱo ver que otras empresas intenten funcionar de la misma manera en un futuro próximo. Sin embargo, aunque la aplicación en el mercado laboral parece la mĆ”s evidente, este tipo de robots se podrĆan utilizar tambiĆ©n para reunir familias o amigos separados por muchos kilómetros de distancia, o, en general, para “estar” en cualquier sitio en el que te gustarĆa o necesitas estar pero al que no puedes ir porque estĆ” demasiado lejos.
No cabe duda de que este es un concepto muy interesante, y puede convertirse en toda una revolución cuando las ruedas y el palo evolucionen hasta llegar a ser como un humano con extremidades y tronco plenamente funcional, tambiĆ©n fĆsicamente.