La Hipotensión ortostática es una caída de la presión arterial sanguínea que viene como resultado después de que una persona haya estado de pie durante un tiempo prolongado, o cuando se pone de pie después de haber estado sentada o acostada. Una gran cantidad de sangre se acumula en las piernas impidiendo que la cantidad normal de sangre regrese al corazón, lo que da como consecuencia que tampoco sea posible que una cantidad adecuada de sangre salga del corazón para circular hacia el cuerpo, principalmente al cerebro. Con esto se produce una disminución momentánea del flujo sanguíneo al cerebro y la persona puede llegar a desmayarse.
La hipotensión ortostática se define como la caída de 20 mmHg o más en la TAS (tensión arterial sistólica) o un descenso de la TAS por debajo de 90 mmHg y una caída de 10 mmHg o más en la TAD (tensión arterial diastólica) o un descenso de la TAD por debajo de 60 mmHg dentro de los primeros 3 minutos tras adoptar la posición ortostática.
Si sueles marearte cuando te levantas, díselo al médico. Investigadores de la Universidad Harvard estudiaron a 165 adultos aquejados de hipotensión ortostática, en la que la presión arterial baja dentro de los tres minutos siguientes a ponerse de pie, o HO retardada (HOR), en la que la presión baja después de tres minutos; ambas causan mareo.
En quienes tenían HO, la tasa de mortalidad a los 10 años fue de 64 por ciento; en los que tenían HOR, de 29 por ciento, y de sólo 9 por ciento en un grupo testigo. Además, los sujetos del estudio tendían más que los adultos no hipotensos a padecer males subyacentes, como parkinsonismo o diabetes, que pueden ocasionar mareo.