En pleitos de marido y mujer que nadie se meta, eso es lo que dice un refrán, pero lo cierto es que a veces nos toca actuar desde fuera para evitar una terrible tragedia. La violencia doméstica puede tomar un número de formas incluyendo, abuso físico emocional, verbal, económica y sexual, que puede ir desde formas sutiles, forzadas a la violación marital y el abuso físico violento que resulta en la desfiguración o la muerte. Lamentablemente, en nuestro mundo de hoy, muchas mujeres y hombres sufren de violencia doméstica.
Un hombre sin camisa fue filmado por un vecino, golpeando a su esposa sin sentido. Le dio varias patadas al cuerpo y a la cabeza antes de que ella se derrumbara al concreto. Después de golpear a su esposa, comienza a provocar a la multitud de vecinos que se congregaron alrededor de la escena. Eso fue cuando empezaron a perseguirlo, y eventualmente a golpearlo.
La parte sorprendente es que, a pesar de haber sido golpeada por su propio marido, la mujer fue la primera en intervenir y detener a la multitud de golpear más a su marido. La conclusión es que la conducta abusiva nunca es aceptable, ya sea viniendo de un hombre, una mujer, un adolescente o un adulto mayor. Cada quien merece sentirse valorado, respetado y seguro.