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Helen Garner |
El spam ya es una de esas constantes universales que aceptas porque no hay más remedio. Si tuviésemos que revisar todo el correo spam que nos llega a diario, no tendríamos tiempo para hacer nada más.
Afortunadamente hay muchos y buenos algoritmos que nos hacen ese trabajo sucio, y mandan automáticamente este tipo de correos con publicidad, premios imposibles y engaños directamente a una carpeta propia en la que acabarán destruidos.
Los algoritmos anti-spam no son perfectos
Sin embargo, por muy buenos que sean estos algoritmos, siempre es bueno pasarse de vez en cuando por la carpeta de spam, porque nos puede estar esperando un correo legítimo que ha sido apartado erróneamente, incluso aunque a primera vista no lo parezca.
limitaciones de Twitter
Es lo que le ocurrió a la escritora australiana Helen Garner, que un día decidió repasar por curiosidad la carpeta de spam, y se encontró con un correo en particular que le resultaba muy curioso.
El remitente del correo decía ser un representante de la Universidad Yale en Connecticut, y aseguraba que tenía “buenas noticias” para la escritora. Pero si quería la recompensa, tendría que responder al correo con su número de teléfono para que le pudiesen llamar y contarle los detalles.
¿Qué harías con un correo como ese, sobre todo si el filtro anti-spam lo ha marcado? Seguro que la mayoría lo hubiera borrado, pero a Garner le pareció un correo extraño, así que llamó a su editorial para que intentase contactar con la universidad y confirmar que realmente esa persona era un representante suyo.
Un correo spam real que vale 150.000 dólares
Helen Garner ha escrito ya varios libros, historias cortas y guiones, y ha recibido varios premios en todo el mundo gracias a un estilo muy personal y propio. Con su última novela, The House of Grief, también ha tenido éxito, y tal vez por eso prefirió comprobar si el correo era real.
Y la jugada le salió muy bien, porque en efecto la universidad confirmó que habían mandado el correo, y que las “buenas noticias” eran que le habían otorgado el premio literario Windham-Campbell, que trae consigo nada menos que 150.000 dólares constantes y sonantes.
Si Garner hubiese ignorado el correo, probablemente recibiría el premio igualmente, ya que la universidad hubiera intentado contactar con su editorial directamente; pero es un ejemplo curioso de cómo el “correo basura” puede ocultar muchos tesoros.