Esta teoría fue creada por el Dr. Richard Simmons en el año 1928. Este aseguraba que el resfriado no se adquiría por otras vías sino por el canal auditivo.
Él recomendaba que lo más importante para prevenir el contagio del mismo era no poner las manos en los oídos.
Fue gracias a esta teoría que en el año 1938 muchos médicos lograron combatir y erradicar el virus que causa los resfriados. Estos lavaban el conducto auditivo con agua oxigenada porque cuando el virus se encantaba aquí este infectaba todo el cuerpo.
Así que cuando se sientan los síntomas de la gripe lávense los oídos rápidamente con agua oxigenada para que este no se propague por todo el cuerpo.
Como lo hacemos
Es bastante fácil de hacer y no es para nada incómodo.
Debes tener a mano una botella agua oxigenada. Ojo de la que venden en la farmacia, no de la de uso cotidiano ya que esta puede ser peligrosa ya que puede estar contaminada.
Realiza cuidadosamente en la tapa de agua oxigenada un agujero pequeño con la ayuda de una aguja desinfectada.
Tienes que poner la cabeza de lado y agregar en cada conducto auditivo tres gotas de esta agua y dejarlo actuar por 15 o 20 minutos.
Esto se debe dejar hasta que seje se producirse burbujas en el oído, entonces retirar.
Esto también se puede realizar con un gotero y debe realizarse 5 veces por día.