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Seguramente ya conoces que la chía, es una semilla con grandes beneficios para la salud y nutrición. Pero, sabías que si lo consumes en exceso puede tener efectos desfavorables en el organismo, por eso, controlar las dosis para adultos y niños, es necesario.

Sin embargo, hoy conocerás los beneficios que puede ofrecernos, pero también los peligros que pueda causarnos. Así que descubre mas acerca de la semilla chía.

Como es originaria de la zona de Centroamérica, se consume mucho en México, normalmente acompañada de alimentos y aguas frescas. De este modo puedes aprovechar la semilla para obtener gran energía, fuerza y resistencia, a la vez que regulamos los niveles de azúcar.
La chía es una planta que se ha hecho muy conocida recientemente por los supuestos beneficios que es capaz de aportar a nuestra salud. La semilla de la chía tiene muchas propiedades como boro, omega 3, calcio y varias vitaminas.

Los beneficios de la chía

Ya hemos visto algunos beneficios y propiedades que nos puede aportar la chía, pero solo era una mínima parte de su poder. La chía tiene proteínas, potasio, hierro, ácidos grasos saludables, antioxidante, oligoelementos como el manganeso, el magnesio, el cobre, el zinc y muchas vitaminas como la niacina.
Por otro lado, las semillas de chía tienen una alta concentración de fibra, hasta 11 gramos por cada 30 gramos de chía. Si realizamos comparaciones con otros alimentos, se puede concluir que tiene hasta dos veces más de proteínas que cualquier otra semilla, cinco veces más calcio que la leche, el doble de potasio que los plátanos, el triple de antioxidantes que los arándanos, el triple de hierro que las espinacas y siete veces más ácidos grasos omega 3 que el salmón. ¡Cuántos nutrientes!
No obstante, si por algo se ha hecho famosa esta semilla es por su acción expansiva y la consecuente sensación de saciedad que provoca. Esto hará que nos permita estar horas sin tener hambre y que perdamos peso. Pero aquí está el principal problema de esta semilla y con lo que tenemos que tener cuidado.

Advertencia sobre las semillas de chía

Recientemente, se ha publicado un artículo titulado “El impacto de la semilla de chía en el esófago” de la especialista en salud pública Rebecca Rawl. El artículo se publicó en el blog del Colegio Americano de Gastroenterología y pone de manifiesto un efecto de la chía que se desconocía hasta ahora.

Debes saber que la chía puede absorber mucha agua y llegar a expandirse hasta 27 veces su tamaño. Por ese motivo, los pacientes que tengan antecedentes de problemas de deglución de alimentos, el conocido reflujo, deben vigilar su consumo.
Solo debemos consumir chía cuando ya se haya remojado lo suficiente para provocar una expansión total de la semilla. Es decir, debemos estar seguros de que no se expandirá más cuando esté en nuestro esófago, pues esto podría provocar un atasco. Si nuestro esófago se atasca con estas semillas, su extracción puede ser muy complicada y sería necesario el uso de herramientas de extracción endoscópica.
Por tanto, siempre deberemos consumir las semillas de chía después de un remojo con agua para evitar una posterior expansión en nuestro interior.

Otros peligros de la chía

También deberemos tener cuidado con la chía si sufrimos de algunas condiciones médicas. Por ejemplo, si tomas medicamentos contra la hipertensión, debes evitar su consumo, pues puede bajar tu presión arterial. Si aun así quieres consumirla, controla bien tu presión.
Si tomas medicamentos anticoagulantes, tampoco deberías consumir semillas de chía. Ya hemos visto que estas semillas tienen omega 3, que tiene efectos anticoagulantes, por lo que podría ocasionar hematomas en tu cuerpo o potenciar hemorragias.
Por otro lado, si sufres de diabetes, también deberías tener cuidado con la chía. Tanto algunos medicamentos para la diabetes como la chía tienen el efecto de bajar los niveles de azúcar en sangre, por lo que tus niveles podrían verse drásticamente reducidos. Ten cuidado.
Finalmente, si has tenido algún tipo de intervención quirúrgica recientemente en el estómago, el colon o en los intestinos, deberías evitar la chía. De igual modo, si sufres diarreas, debes controlar su consumo, puesto que la chía agiliza el proceso digestivo. En este sentido, si padeces diverticulosis, controla la cantidad de semillas que consumes por su alto contenido en fibra.
Ahora ya conoces un poco más la chía, por lo que podrás beneficiarte de todas sus propiedades con los cuidados necesarios para no verse perjudicado por sus efectos negativos.

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