El telescopio permite a los policías colocarse a una distancia considerable para conseguir fotografiar a los infractores sin que se den cuenta. “No tiene sentido estar donde los conductores puedan vernos”, explicó una agente en un programa de radio local. Al fin y al cabo las personas esconden instintivamente el móvil cuando ven un coche de policía. Incluso en las intersecciones. “Estaremos donde no se note necesariamente nuestra presencia y apuntaremos con el telescopio al parabrisas del vehículo, de manera que, cuando se detenga en un semáforo o una señal de STOP, podremos mirar dentro”.
Como en muchos otros países, en Canadá es ilegal mirar o escribir con el móvil mientras se conduce desde hace décadas; también en un semáforo en rojo. La Policía Montada espera que esta nueva arma sirva como elemento disuasorio para los conductores que miran el teléfono al volante. Además, a partir de junio las multas a conductores distraídos subirán hasta los 543 dólares canadienses (U$416) por la primera infracción y 888 (U$681) por las siguientes.
El smartphone ha llegado a ser un factor igual o más importante que el alcohol en la mortalidad por accidentes de tráfico. Enviar mensajes cuando se conduce reduce los tiempos de reacción en un 37%, cuando el alcohol lo hace en un 13%. En el Reino Unido, el 45% de los conductores envían mensajes al volante, especialmente los más jóvenes. Esos mensajes siempre puede esperar.