Dicen que con fuerza de voluntad se pueden lograr muchas cosas y reflejo de aquello es la historia que protagoniza Emma Sealey, una mujer de 35 años que llegó a pesar 190 kilos y que gracias a su voluntad logró bajar gran parte de ese peso.
Sealey en un momento de su vida llegó a pesar tanto, que ni siquiera podía usar el cinturón, ya que este no alcazaba a cubrirla. La vida de esta mujer no era para nada sencilla.
Es por eso que la familia de ella le ofreció mejorar su calidad de vida pagando una cirugía para que se pusiera una banda gástrica, pero Emma no aceptó, optó por el camino más difícil y también más esforzado.
Armada con su fuerza de voluntad, Sealey comenzó una nueva vida en la que el ejercicio era parte fundamental de la rutina.
“Yo no había pisado una pesa durante años. Estaba aterrada de lo que iba a decirme. Cuando me di cuenta de lo que pesaba, yo estaba absolutamente disgustada conmigo mismo”, señaló al diario inglés Daily Mail.
“Agradezco a quienes querían financiar mi cirugía, pero quería que se concentraran en gastar dinero en personas que realmente lo necesitan”, agregó.
Fue así como Emma canalizó el enojo hacia su reducción de peso, fue así como le solicitó a un médico que le preparara un menú de alimentos que ayudara su camino hacia la pérdida de peso, dieta que consistió en eliminar alimentos ricos en grasa y los dulces, para reemplazarlos por comidas sanas y naturales.
Dentro de todo el proceso, Sealey sufrió una perdida familiar, la que de manera paradójica la ayudó a perder más peso aún, porque según sus mismas palabras quedó “devastada”.
Con el cambio de su rutina, más los ejercicios y también la dieta, Emma logró perder 6 kilos mensuales, lo que terminó por concluir en la pérdida de 127 kilogramos al cabo de dos años. Todo un ejemplo de superación.
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