Hay cosas sobre las que la gente no quiere hablar; las enfermedades o nuestras visitas al baño son algunas de ellas. Hay muchas personas a las que les da vergüenza hablar de sus problemas para ir al baño.
Pero Krystal Miller, esta australiana de 32 años, no es una de ellas. Al mirarla parece una joven normal y saludable; pero lo cierto es que padece una terrible enfermedad y que lucha por acabar con el tabú existente en torno a ella.


Aún no se sabe con seguridad la causa, lo único que se conoce es que es una enfermedad autoinmune que interfiere con la vida diaria.


A veces tenía que ir al baño 6 veces por hora…Krystal intentaba reírse de las bromas de sus amigos, pero en su interior estaba muy harta de la enfermedad.
La sensación la describe como si la comida le sentara mal constantemente. Aceptar la enfermedad de Crohn le ha llevado mucho tiempo, pero ahora habla sobre ello abiertamente y publica sus experiencias online para animar a otros que padezcan la misma enfermedad crónica.
En Internet cuenta: “Cuando me diagnosticaron la enfermedad, me sentí muy incómoda. Si alguien iba al baño después de mí, quería echarme a llorar de la vergüenza”. Al principio no podía soportarlo y ocultó su enfermedad tanto como pudo. Krystal se aisló cada vez más de los demás.
Pero las cosas fueron a peor. Al cumplir 22 años, su enfermedad se había agravado tanto que tuvieron que extraerle parte del intestino.
Los médicos decidieron ponerle una “salida” artificial: un agujero en el costado del que le sale una bolsa. Como no puede controlar sus evacuaciones intestinales, todos sus desechos corporales van a parar a la bolsa.
Al principio la joven estaba muy disgustada, pero luego la bolsa se convirtió en una especie de liberación. Ya no quería seguir escondiéndose; quería hablarle al mundo de su vida, bolsa incluida.




En sus publicaciones relata lo difícil que es sentirse atractiva como mujer, lo duro que fue dar a luz después de años sin “empujar” y cuenta lo maravilloso que es el hombre con el que comparte su vida y que ha estado a su lado en las buenas y en las malas.
Krystal tiene una preciosa familia y ha aprendido a apreciar y amar su vida.


Para Krystal es importante que la gente que padece Crohn y otras enfermedades se den cuenta de que no hay nada de lo que avergonzarse.


Aún podemos ser sexys. Tendremos días malos, pero es entonces cuando hemos de levantarnos y seguir adelante. Porque los días buenos lo merecen. Aún somos sexys, incluso sin “puerta de atrás””.

Miles de personas han leído sus posts y aprendido a no dejar que una enfermedad les etiquete y a que no están solos. ¡Sigue así, Krystal!