La historia que vamos a contar en este artículo, te sorprenderá y al mismo tiempo, te conmoverá.
Madalina Neagu, una señora de 42 años, se encontraba muy alegre y emocionada, porque tenía todos los síntomas de estar embarazada. No tenía los períodos menstruales, sentía algo dentro de su vientre que crecía, día tras día.
Todos en la familia estaban emocionados por la noticia. Pensaban que era un regalo que les llegaba en el mejor momento de sus vidas. Nada podía ser más feliz. Debido a la avanzada edad que tenía para ser madre, Madalina se prodigaba para realizar todos los cuidados correspondientes.
Todos en la familia estaban emocionados por la noticia. Pensaban que era un regalo que les llegaba en el mejor momento de sus vidas. Nada podía ser más feliz. Debido a la avanzada edad que tenía para ser madre, Madalina se prodigaba para realizar todos los cuidados correspondientes.
Se alimentaba de manera saludable, no hacía esfuerzo físico, le hablaba a su bebé e incluso le había puesto nombre. Todos se encontraban impacientes para que llegue la hora de que el nuevo integrante de la familia, nazca.
Incluso decían que se trataba de un niño bien alimentado, grande, robusto, debido al tamaño del vientre que Madalina, iba adquiriendo.
Incluso decían que se trataba de un niño bien alimentado, grande, robusto, debido al tamaño del vientre que Madalina, iba adquiriendo.
Sin embargo, cuando fueron al hospital para realizar un chequeo médico, de carácter obligatorio. Esperaban que, también en ese momento, les pudieran decir ya, si se trataba de un hombre o una mujer.
No te imaginas lo que pasó a continuación.
No te imaginas lo que pasó a continuación.
Cuando el médico empezó a revisar a Madalina con aquel aparato que refleja cómo se está moviendo el niño, su rostro reflejaba una preocupación intensa.

Sucedió que, lo que Madalina llevaba en el vientre durante varios meses, no era un bebé. Era un tumor que pesaba casi 5 kilogramos y venía creciendo cada vez más. Ya podemos imaginar toda la desilusión, tristeza y decepción, que sintió Madalina cuyos sueños, planes y esperanzas, se vinieron abajo, de un momento a otro.
Lástima que, esta señora, haya sido la desafortunada de tener este mal, que suele aparecer una vez, cada 15 años.
Lástima que, esta señora, haya sido la desafortunada de tener este mal, que suele aparecer una vez, cada 15 años.
