¿No te impresiona? Pues debería y no sólo por el estupendo resultado final que han conseguido y la rapidez con la que se llevó a cabo, sino porque además todo el proceso se realizó de una sola pasada, es decir, de forma continuada, un avance importante frente a casos anteriores, en los que se imprimían partes independientes y posteriormente se llevaba a cabo el montaje.
La firma Huashang Tengda, asentada en Beijing, ha sido la encargada de sacar adelante esta obra y ha querido destacar que la intervención humana ha sido mínima, por lo que no han tenido que hacer apenas esfuerzos de importancia.
En cuanto a la casa ocupa una superficie total de 400 metros cuadrados y dos plantas con una altura de tres metros desde el suelo al techo en cada una. Sus paredes tienen un grosor de casi dos metros y medio.
China ha quedado muy satisfecha con los proyectos de este tipo que han logrado sacar adelante y como vemos siguen avanzando para desarrollar y mejorar la construcción basada en impresión 3D, una técnica que consideran como el futuro del sector.