El doctor Gordon Plant, del Hospital Ocular Moorfield en Londres, descubrió que las pacientes revisaban sus teléfonos móviles con un solo ojo mientras descansaban en la cama, apoyadas sobre un costado y en la oscuridad, y con el otro ojo cubierto por la almohada.
El resultado fue que uno de sus ojos se adaptaba a la oscuridad mientras que el otro solo era sensible a la luz. Por eso, al apagar los celulares, el ojo con el que habían estado consultando el teléfono sufría unos episodios de ceguera temporal de entre quince y veinte minutos.
En realidad, lo que sucedía es que el ojo estaba acostumbrándose a la oscuridad. Afortunadamente, esta afección no es grave, según el especialista, pero pese a ello, se aconseja usar siempre el móvil con los dos ojos.
Pero.... un momento. ¿No se corre así el riesgo de que la ceguera temporal afecte a ambos? Quien sabe. Por eso, mejor no consulten el smartphone en la oscuridad. Se evitarán sustos.