Segunda Guerra Mundial, ambos bandos atragantados en propaganda. En Estados Unidos Walt Diney y Tex Avery disfrazaban al pato Donald como un nazi o ponían a Bugs Bunny a burlarse de unos japoneses dibujados como grotescas caricaturas. Pero los japoneses no se quedaban atrás: a pocos meses del final de la guerra, se estrenó Momotaro. Dios de las olas, una película propagandística en blanco y negro, dirigida en 1944 por Mistuyo Seo, y que pasa por ser el primer largometraje de animación en la historia del país nipón.


Este año, y con el apoyo económico de la distribuidora americana Funimation, especialistas japoneses restauraron el film para mostrarlo en el marco del programa Cannes Classics del festival francés. Como parte del acuerdo entre las dos compañías, Funimation ahora tiene los derechos exclusivos de distribución de la nueva versión restaurada en Estados Unidos y Canadá, de manera que pronto podrá verse en cines.

La historia sigue a Momotaro, un personaje mítico del folklore japonés, que nació de un melocotón y que viaja junto con sus amigos animales a la Isla de los Demonios para derrotar a los monstruos que aterrorizan su pueblo. En la versión cinematográfica él y los animales son paracaidistas en la fuerza naval japonesa y los monstruos son los hombres blancos de las fuerzas aliadas.

El grupo de paracaidistas, liderado por Momotaro, regresa a su hogar por un breve período antes de volver a la base militar y preparar el ataque contra el enemigo que se encuentra en la Isla de los Demonios. Antes de entrar en acción se revela por qué a Momotaro y su escuadrón los llaman "los marineros sagrados".

Según la historia, un grupo de hombres blancos llegaron a una isla hermosa haciéndose pasar por comerciantes, pero en realidad eran piratas que saquearon la isla. Lo que quedó es la leyenda de un grupo de "marineros sagrados que llegarán desde el Este para liberar a las personas". Momotaro y su equipo son esos marineros sagrados que deberán luchar contra los diablos blancos.

Lo que ahora suena a propaganda desvergonzada fue, en su tiempo, una película sin precedentes.


El filme fue producido con un equipo selecto de 70 personas, entre las que figuraba Kenso Masaoka, uno de los pioneros del animé y que ganó el apodo del "Méliès japones" por su trabajo haciendo efectos especiales. Además, con un gran presupuesto, la película fue un ejercicio épico de creación, hecho a gran escala y compuesta por casi 50.000 mil celdas de animación.

Poca gente vio la película en el cine en su día, ya que Japón estaba en medio de una guerra que perdería tan solo 5 meses más tarde. Ahora, 71 años después, la película regresará a la gran pantalla en una versión que Shochiko restauró escaneando los fotogramas originales y convirtiéndolos a 2K.

"La versión restaurada digitalmente de la película de Mitsuyo Seo es realmente cautivadora", dijo Mike DuBoise, jefe de operaciones de Funimation. "Los fans del animé, cinéfilos y animadores por igual no querrán perderse esta obra seminal e histórica de la animación japonesa".

Puedes ver la película completa (en su calidad original, no la copia restaurada) a continuación:







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