El ser humano dedica buena parte de su vida a tener relaciones sexuales.
En general, consideramos que el sexo es algo increíble, que tiene demasiado beneficios como para no practicarlo, sin embargo, poco se habla del peligro del sexo y no me refiero exclusivamente al peligro de la transmisión de enfermedades sexuales.
El peligro en el sexo
El sexo puede ser peligroso. De hecho, un estudio publicado en la revista de Emergency Medicine describe que alrededor de 0,1 % de las adminisiones en emergencias en el Hospital de la Universidad de Berna son resultado de sexo. Entre los años 2000 y 2011 se reportaron 445 casos de lesiones durante el sexo. En 308 de estos casos, el lesionado era un hombre y el 78 % de los pacientes eran menores de 40 años.
Alrededor del 62 % de los casos fueron debidos a una posible infección, mientras que un 12,4 % de los casos se debieron a lesiones neurológicas, incluyendo dolores de cabeza, amnesia y sangrado del cerebro. Dos pacientes tuvieron emergencias cardiovasculares y lo que estas suponiendo no es correcto: ninguna fractura de pene fue reportada.
Más allá del peligro en torno al sexo, existe un rumor que nos aterra a todos. El rumor es que los seres humanos pueden quedarse enganchados durante el sexo, tal como sucede en los perros.
Parece algo propio de una película de terror macabra y de muy mal gusto. Y la pregunta que no podemos evitar hacernos es: ¿acaso puede suceder realmente?
El Dr. John Dean, un físiologo sexual del Reino Unido, explica que este fenómeno es muy raro y se denomina «penis captivus» o «pene captivo». Su hipótesis sobre por qué sucede este problema, en relaciones sexuales heterosexuales, es la siguiente: «Cuando el pene está en la vagina, se hincha considerablemente» y además «los músculos en el suelo pelvico de la mujer se contraen rítmicamente durante el orgasmo. Mientras estos músculos se contraen, el pene se queda trancado y se hincha aún más».
Finalmente, cuando los músculos de la vagina se relajan, la sangre del pene comienza a fluir, permitiendo que el hombre se retire tranquilamente.
En general, esto no dura más que unos segundos y las parejas enseguida logran separarse. Son pocas las veces que una pareja, por no poder separarse, debió acudir a una sala de emergencias. Tal fue el caso de una pareja en 1947...
Un caso documentado de un «penis captivus» El Dr. Brendan Musgrave recordó el incidente de sus días de doctor en el Hospital Royal Isle de Wight County. El doctor recordó a una pareja en su luna de miel, llegando en una ambulancia a la sala de emergencia, enganchados.
Qué hacer si esto sucede
Lo importante es mantener la calma. Si experimentas una situación de pene captivo, debes respirar, relajarte y esperar a que el pene se retire por si solo. Si no sucede, entonces debes preocuparte y prepararte para salir en las noticias el día siguiente.