En EE.UU., cientos de activistas salieron a las calles de Nueva York para repudiar el aumento de ataques racistas y la violencia policial contra los afroamericanos.
Los integrantes del movimiento Black Lives Matter (‘La vida de los negros importa’) se manifestaron el domingo en el centro de la villa Westhampton Beach, portando pancartas donde se podía leer mensajes de paz y unidad. “La vida de los negros importa, todas las vidas importan", coreaban.
Los indignados exigieron justicia e instaron a los funcionarios del Gobierno del presidente Barack Obama a acabar con la discriminación contra las minorías raciales. De igual modo, convocaron al resto de Estados Unidos a romper su silencio sobre la cuestión y presiones por esa sociedad. En el año 2015, la Policía norteamericana asesinó a más de 1150 personas, entre ellas al menos 321 afroamericanos.
La marcha se produjo en momentos en los que EE.UU. es testigo de una creciente tensión racial, acentuada por las muertes de los afroamericanos Philando Castile y Alton Sterling, Sylville Smith, a manos de agentes de la policía, y el posterior asesinato de cinco agentes policiales blancos durante una protesta contra la brutalidad policial en Dallas (sur).
Asimismo, la movilización del domingo se llevó a cabo a pesar de que el grupo supremacista blanco Ku Klux Klan (KKK) había amenazado con chocar violentamente contra los congregantes, quienes fueron rodeados por efectivos policiales.
Gary Monker, un alto mando del KKK había anunciado que esa banda notoria estaba preparando una contra-protesta. "Deberían avergonzarse de sí mismos", indicó el integrante del KKK.
Sin embargo, Black Lives Matter hizo caso omiso a las amenazas del KKK y coreó consignas como "KKK, de ninguna manera" y "KKK, no está bien", etc. Willie Jenkins, un activista negro, en reacción a la actitud del KKK, sentenció que el ‘odio no va a triunfar hoy’.
Partidarios del grupo extremista y racista Ku Klux Klan (KKK) en Estados Unidos.
hispantv