
Esta es una de esas historias que vas a desear no haber leído. Se trata de Micaela, una chica de 17 años que intentó suicidarse a la edad de 16.
Ante un hecho como este, cualquiera pensaría que la familia tomaría todas las medidas necesarias para ayudar a su hija; sin embargo, ese no fue el caso de los padres de Micaela. La razón te causará pesadillas.
Detrás de cada decisión de muerte, existe una tragedia llena de dolor.
Las autoridades descubrieron que Micaela había sufrido, durante muchos años, terribles abusos físicos y psicológicos por parte de su propio padre.
Durante la investigación Micaela confesó que los abusos iniciaron desde antes de cumplir 5 años, cuando su papá jugaba con ella a "los novios", utilizando un par de muñecos de peluche.
Con ese pretexto, el enfermo padre enseñaba a la niña, cómo es qué "juegan" los novios.
Así pasaron 7 años, los abusos se volvieron más frecuentes y violentos. Nadie a su alrededor notaba que algo andaba muy mal, pero al cumplir 14 años, Micaela empezó a lastimarse a sí misma con navajas de afeitar. Según cuenta la víctima, mientras se lastimaba gritaba con toda su voz "Te odio papá, te odio".
Afortunadamente, los maestros de Micaela identificaron su situación familiar y dieron noticia a las autoridades. En ese momento, su tragedia se hizo pública y empezó a recibir el apoyo de miles de personas, después de que Micaela creó una página de Facebook dedicada al apoyo de adolescentes que sufren esta clase de delitos.
Actualmente, su página cuenta con más de 800 mil suscriptores, personas que comparten los pensamientos y reflexiones de esta valiente joven.
"Padre mío, no me duelen tus golpes e insultos, no me duelen los abusos… me duele la traición y el abandono.
Antes lloraba todos los días y no encontraba ningún consuelo, pero gracias a Dios vi la luz y encontré el apoyo. Hoy te perdono padre mío, espero que algún día te perdones a ti mismo" - confiesa Micaela en su red social.
Lamentablemente, el mundo está lleno de niñas inocentes que sufren situaciones similares como la que vivió Micaela. Es necesario que las autoridades empiecen a apoyar fundaciones que prevengan este delito y ayuden a las víctimas a encontrar la calma y la recuperación.
El padre de Micaela permanece prófugo. Afortunadamente, ella encontró un hogar sustituto, pues su madre la abandonó desde que era una bebé.
Hoy vive en paz con una familia amorosa y respetuosa, asegura que al crecer, dedicará su vida combatir este terrible delito.
Es muy importante poner atención a todas las señales que los niños nos dan, las víctimas de estos abusos suelen permanecer callados ante esas terribles situaciones ¡No pases de largo! En ti está cambiar la vida de un niño en sufrimiento, mantén los ojos abiertos.