El religioso ha decidido hacer más llevadera el ritual dominical para los más pequeños, por lo que decidió modernizarse y utilizar accesorios que sean del agrado de los niños.
De hecho, no es la única curiosidad. Álvarez da la bendición de agua bendita con una pistola de juguete, garantizando que los niños se queden hasta el final de la misa.
Su decisión de combinar los cómics con la sotana, le fue autorizado por el obispado, aunque a algunos feligreses no les pareció nada de bien.