Un día, Jennifer Livingston, una conocida conductora de TV de Wisconsin, recibió un correo electrónico de un lector que la atacaba por su peso. Entonces, claro, más vale, decidió abordar la cuestión en el aire. En el mail, el hombre critcaba el peso de la periodista porque, supuestamente, ella tenía una “responsabilidad hacia la comunidad” y debía cuidarse el sobrepeso. “Seguro que no se considera un ejemplo adecuado para los jóvenes de esta comunidad, las niñas en particular” escribió el espectador masculino. “La obesidad es una de las peores decisiones que una persona puede hacer y uno de los hábitos más peligrosos para mantener. Ojalá usted reconsidere su responsabilidad como personalidad pública para presentar y promover un estilo de vida saludable”.