Ya sabemos que el dinero es sucio, pero también lo es la comida. Nuestros alimentos pueden estar llenos de parásitos, gracias a la exportación e importación de productos de todo el mundo; esto significa que cada vez hay mayores riesgos de contraer algo no deseado.
Muchas infecciones pueden evitarse utilizando las correctas medidas de higiene. El simple hecho de lavar y desinfectar las frutas y verduras, incluso las “pre lavadas”, y cocinar adecuadamente los distintos tipos de carne, eliminará casi cualquier bacteria.
Además, un informe conjunto de la ONU y la OMS aseguró que mejores medidas en el manejo y transporte de los alimentos podría evitar que los parásitos entren en la cadena alimentaria. Los expertos han encontrado que hay 24 parásitos que al parecer son los más perjudiciales de acuerdo con el número de casos, la distribución mundial y el impacto de la salud, escribe en The Conversation Helena Helmby de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropial quien eligió los 10 parásitos que podrían vivir en tu comida:
1. Taenia solium: también conocido como lombriz solitaria, puede medir hasta 10 metros en la madurez y se encuentran entre los más grandes gusanos que pueden infectar a los humanos. Entran al cuerpo a través de los quistes de las larvas en la carne de cerdo mal cocida que eclosionan en el estómago y rápidamente crecen en gusanos adultos que habitan en el intestino y se alimentan de los nutrientes que comemos.
La enfermedad generalmente se distingue por la desnutrición, ya que el gusano compite con el ser humano por la comida - a menos que se ingieren los huevos en lugar de un quiste (un saco que encierra un organismo durante un periodo de desarrollo. Así, los parásitos se protegen de los ácidos estomacales y emergen en los intestinos). Estos organismos migran por todo el cuerpo hasta formar quistes larvales - cisticercosis - al igual que lo hacen en los cerdos. Esto puede causar problemas graves, en particular en el sistema nervioso central (neurocisticercosis) donde pueden causar ataques epilépticos. Se cree que esta es la causa principal causa de epilepsia en muchas partes que sufren de pobreza.
2. Echinococcus granulosus: Otra solitaria, pero ésta de sólo entre 3 y 7mm de largo, provoca una terrible enfermedad llamada equinococosis quística. El gusano tiene un ciclo de vida que varía, en su forma adulta usualmente vive en los perros y en su forma larvaria se encuentra principalmente en ovejas, pero también puede infectar a otros animales.
Los humanos se infectan por la ingestión accidental de los huevos contaminados con heces de perro, o por el contacto directo con suelo contaminado. Los huevos del Echinococcus granulosus son muy resistentes, pueden permanecer infecciosos durante meses, incluso en temperaturas bajo cero.
Más de un millón de casos se producen cada año en todo el mundo, principalmente en las zonas donde el ganado, tiene contacto con perros. Después de la ingestión de los huevos, el parásito migra, principalmente al hígado. Quistes de crecimiento lento se forman y los síntomas pueden no ser evidentes hasta varios años después. Los quistes pueden contener varios litros de líquido y están llenos de estadios larvales llamados protoescólices. La rotura espontánea de los quistes puede ser muy peligrosa y letal.
3. Echinococcus multilocularis: La distribución geográfica de esta solitaria es irregular, pero se encuentra mayormente en América del Norte y Europa. Su ciclo de vida implica normalmente zorros y pequeños roedores, pero puede darse el caso en perros domésticos e incluso en gatos. En los seres humanos causa una enfermedad llamada equinococosis alveolar, que forma quistes en los órganos internos. Los quistes pueden reproducirse y extenderse como tumores y ser fatales si no se tratan. Esta infección se considera un factor de riesgo para los cazadores que manipulan zorros infectados y agricultores de bayas y champiñones contaminados por las heces de zorro.
4. Toxoplasma gondii: Es un parásito de una sola célula que puede infectar prácticamente a todos los mamíferos de sangre caliente, sin embargo, su ciclo de vida se lleva a cabo normalmente en gatos y roedores. T.gondii está presente en la mayoría de los países, y es uno de los parásitos protozoarios más extendidos en los seres humanos. La tasa de infección de la toxoplasmosis en los humanos varía entre el 10-80% de la población en diferentes partes del mundo y el parásito suele quedarse en estado latente en los tejidos durante la vida útil del huésped - la gente infectada no tiene síntomas y por ende, no sabe que está infectada.
Los problemas más graves se presentan en las mujeres embarazadas debido a que el parásito puede atravesar la placenta y causar anormalidades en el feto o incluso aborto involuntario, por lo que su recomendable para ellas evitar la limpieza de la arena para gatos. Los individuos inmunodeprimidos, como el VIH / SIDA y pacientes con trasplante de órgano, también corren el riesgo debido a que el parásito puede comenzar a multiplicar sin control.
5. Cryptosporidium spp: Estos parásitos protozoarios se transmiten principalmente a través del agua contaminada o alimentos lavados con agua contaminada. Los mariscos, la leche y los alimentos no pasteurizados han sido los causantes de varios brotes. El parásito está presente en todo el mundo y la infección es a menudo causada por la contaminación del suministro de agua debido a ganado contaminado. En los individuos sanos, la enfermedad causa diarrea acuosa severa. Se recomienda lavar cuidadosamente los vegetales y productos frescos, incluyendo lechugas o otras legumbres pre-lavadas.
6. Entamoeba histolytica: Otro parásito protozoario que infecta el tracto digestivo y provoca disentería amebiana, enfermedad caracterizada por diarrea con sangre y dolor abdominal, que puede llegar a ser mortal. Además, pueden ocurrir problemas más graves si el parásito empieza a propagarse desde el intestino hacia las demás partes del cuerpo, lo cual puede causar abscesos en el hígado y otros órganos.
7. Trichinella spiralis: Es un gusano redondo e intracelular responsable de la triquinosis, una infección muscular por comer carne de cerdo cruda, mal cocida o productos derivados del cerdo. Otras fuentes incluyen el jabalí o la morsa. La carne infectada está contaminada con quistes, invisibles al ojo humano, que contienen una pequeña larva. Cuando se digiere la carne, éstos se convierten en gusanos adultos que se aparean y producen miles de nuevas larvas que viajan hacia los tejidos musculares donde se encajan, comiéndose literalmente al huésped.
8. Opisthorchiidae: Esta es una familia de gusanos planos presentes principalmente en el sureste de Asia (aunque algunas especies también están presentes en Europa y Rusia). La infección se contrae por el consumo de pescado de agua dulce crudo o poco cocido, que a su vez ha sido infectado por caracoles llenos de larvas. Éstas se desarrollan en otro tipo de larvas de peces y cuando se consumen por un mamífero (como un ser humano) se convierten en gusanos adultos que se establecen en la vía biliar y la vesícula biliar del organismo. Entonces producen huevos que se excretan en las heces y que eclosionan infectando a los caracoles de agua dulce. Asimismo, los perros y gatos que caminan en los lugares contaminados son importantes reservorios de la infección. Las infecciones crónicas de Opisthorchis se asocian con el cáncer de hígado y los conductos biliares. El congelar o cocinar el pescado previene la infección.
9. Ascaris spp: Estos son los parásitos intestinales redondos más grandes hallados en humanos, llegan a medir hasta 35 cm. Con 25% de la población mundial infectada, éste es el gusano más común en los seres humanos. Después de la ingestión, los huevos se convierten en larvas en el intestino; posteriormente migran y se desplazan afuera del intestino a través de la sangre para llegar a los pulmones, y luego, alcanzar las vías respiratorias en la garganta, donde son tragadas, viajando al estómago y regresando, nuevamente, al intestino. Finalmente se convierten en gusanos adultos.
Cada gusano hembra produce cientos de miles de huevos al día; éstos se excretan en las heces, contaminando el medio ambiente y propiciando la propagación de la enfermedad. Una segunda especie, Ascaris suum, se creía que sólo infectaba a los cerdos, pero también es capaz propagarse en los humanos. El nivel y los síntomas de la enfermedad dependen de la cantidad y el tamaño de los gusanos que el individuo albergue.
10. Trypanosoma cruzi: Es un parásito protozoario que causa una enfermedad llamada enfermedad de Chagas. La enfermedad se caracteriza por una progresión lenta donde el parásito infecta a varias células y órganos del cuerpo, incluyendo el corazón, a menudo sin ningún síntoma o sólo síntomas leves presentes. Con el tiempo, la enfermedad se manifiesta a través de problemas cardíacos o intestinales graves, y a veces fatales.
La infección se transmite normalmente a través del contacto con las heces de los escarabajos de triatominos que buscan el contacto nocturno humano para alimentarse de la sangre humana. Cuando se alimenta, el escarabajo defeca sobre la piel del huésped. Recientemente, se descubrió que T. cruzi puede contaminar a los seres humanos tan sólo ingeriendo alimentos contaminados con heces de insectos - varios brotes en los últimos años fueron causadas por fruta contaminada o el azúcar del jugo de caña-. Esta situación ha causado la preocupación de que pueda convertirse en un patógeno global.
7. Trichinella spiralis: Es un gusano redondo e intracelular responsable de la triquinosis, una infección muscular por comer carne de cerdo cruda, mal cocida o productos derivados del cerdo. Otras fuentes incluyen el jabalí o la morsa. La carne infectada está contaminada con quistes, invisibles al ojo humano, que contienen una pequeña larva. Cuando se digiere la carne, éstos se convierten en gusanos adultos que se aparean y producen miles de nuevas larvas que viajan hacia los tejidos musculares donde se encajan, comiéndose literalmente al huésped.
8. Opisthorchiidae: Esta es una familia de gusanos planos presentes principalmente en el sureste de Asia (aunque algunas especies también están presentes en Europa y Rusia). La infección se contrae por el consumo de pescado de agua dulce crudo o poco cocido, que a su vez ha sido infectado por caracoles llenos de larvas. Éstas se desarrollan en otro tipo de larvas de peces y cuando se consumen por un mamífero (como un ser humano) se convierten en gusanos adultos que se establecen en la vía biliar y la vesícula biliar del organismo. Entonces producen huevos que se excretan en las heces y que eclosionan infectando a los caracoles de agua dulce. Asimismo, los perros y gatos que caminan en los lugares contaminados son importantes reservorios de la infección. Las infecciones crónicas de Opisthorchis se asocian con el cáncer de hígado y los conductos biliares. El congelar o cocinar el pescado previene la infección.
9. Ascaris spp: Estos son los parásitos intestinales redondos más grandes hallados en humanos, llegan a medir hasta 35 cm. Con 25% de la población mundial infectada, éste es el gusano más común en los seres humanos. Después de la ingestión, los huevos se convierten en larvas en el intestino; posteriormente migran y se desplazan afuera del intestino a través de la sangre para llegar a los pulmones, y luego, alcanzar las vías respiratorias en la garganta, donde son tragadas, viajando al estómago y regresando, nuevamente, al intestino. Finalmente se convierten en gusanos adultos.
Cada gusano hembra produce cientos de miles de huevos al día; éstos se excretan en las heces, contaminando el medio ambiente y propiciando la propagación de la enfermedad. Una segunda especie, Ascaris suum, se creía que sólo infectaba a los cerdos, pero también es capaz propagarse en los humanos. El nivel y los síntomas de la enfermedad dependen de la cantidad y el tamaño de los gusanos que el individuo albergue.
10. Trypanosoma cruzi: Es un parásito protozoario que causa una enfermedad llamada enfermedad de Chagas. La enfermedad se caracteriza por una progresión lenta donde el parásito infecta a varias células y órganos del cuerpo, incluyendo el corazón, a menudo sin ningún síntoma o sólo síntomas leves presentes. Con el tiempo, la enfermedad se manifiesta a través de problemas cardíacos o intestinales graves, y a veces fatales.
La infección se transmite normalmente a través del contacto con las heces de los escarabajos de triatominos que buscan el contacto nocturno humano para alimentarse de la sangre humana. Cuando se alimenta, el escarabajo defeca sobre la piel del huésped. Recientemente, se descubrió que T. cruzi puede contaminar a los seres humanos tan sólo ingeriendo alimentos contaminados con heces de insectos - varios brotes en los últimos años fueron causadas por fruta contaminada o el azúcar del jugo de caña-. Esta situación ha causado la preocupación de que pueda convertirse en un patógeno global.