La bola roja, por ejemplo, indicaba una trayectoria curva. Me dicen que era una función muy útil, pero para probar su utilidad tienes que ser capaz de distinguir qué aspecto tiene el color rojo.
El ojo del bateador me tuvo atascado durante varias partidas en las que fallaba una y otra vez en predecir qué tipo de lanzamiento era. Al final, acabé por desconectar esa función. Mis amigos suelen decirme que esa era una de las mejores novedades de MVP Baseball 2005, pero nunca pude disfrutarla.
Avanzamos siete años. Estoy recorriendo Pandora con un grupo de amigos en Borderlands 2. Nos encontramos repartiéndonos el botín de una raid cuando se abre una ventana para comerciar:
-Mike, ¿me aseguras que las dos armas son igual de poco comunes?- Le pregunto.
-Completamente- Me responde. -Te prometo que las dos son púrpura.-
-Mike, ¿me aseguras que las dos armas son igual de poco comunes?- Le pregunto.
-Completamente- Me responde. -Te prometo que las dos son púrpura.-
Le doy a "Aceptar" y oigo una risita al otro lado.
-¡Maldita sea Mike!-
-¡Maldita sea Mike!-
¿Quién decidió que el sistema que cataloga los objetos según su valor iba a tener textos en tonos azul oscuro, morado y púrpura sobre un fondo azul? Es complicado simularlo mediante retoques de imagen, pero los tonos similares de esos textos en Borderlands 2 se funden para una persona daltónica, haciendo muy difícil distinguir los contornos de las letras.
Es raro encontrar un solo juego en el que mi ceguera al color no se interponga de alguna manera. Mi última maldición fue Guacamelee! Super Turbo Championship Edition.
Me enganché a muerte con el juego hasta que llegué a un punto en el que había enemigos con cuatro escudos de color distintos que solo se podían romper con un ataque específico. No soy capaz de distinguirlos ni siquiera cuando están próximos, así que opté por hacer ataques aleatorios y esperar lo mejor. Guacamelee! pasó de ser un arcade de plataformas a un simulador de ruleta rusa (próximamente en Steam y Kickstarter Greenlight).
Cuando le dices a alguien que eres daltónico suelen pasar dos cosas. La primera es que me pregunten cómo es ver las cosas en blanco y negro. La segunda es que señalen a mi camiseta y me pregunten de qué color creo que es. En esos casos debo armarme de paciencia para explicar que sí que hay personas que ven solo en blanco y negro, pero que se trata de una condición muy rara que solo afecta a una de cada 33.000 individuos, y yo no soy uno de ellos.
No, mi problema es mucho más común de lo que parece. Los ojos tienen tres tipos de células llamadas conos, que son las responsables de que veamos en color. Si puedes ver los colores correctamente es porque esos tres tipos de células trabajan bien. Los tonos se mezclan en lo que se conoce como tricromía.
Si eres como yo, al menos un tipo de conos no funciona bien. El tipo concreto determina qué tono no eres capaz de percibir y, por tanto, que tonos intermedios vas a ver distorsionados. En mi caso, padezco deuteranomalía. Eso significa que tengo sensibilidad reducida a la luz verde. Es el tipo más común de daltonismo. Como resultado de ello tengo problemas para diferenciar el color rojo, el verde, el marrón, el naranja, y algunos tonos de azul.
Ese problema hace que determinados tonos se fundan y se vean idénticos cuando están próximos. Puedo distinguir una camiseta verde de una roja, pero muéstrame un estampado rojo y verde y no podré verlo Esa fue mi perdición en los escudos de Guacamelee!.
Me enganché a muerte con el juego hasta que llegué a un punto en el que había enemigos con cuatro escudos de color distintos que solo se podían romper con un ataque específico. No soy capaz de distinguirlos ni siquiera cuando están próximos, así que opté por hacer ataques aleatorios y esperar lo mejor. Guacamelee! pasó de ser un arcade de plataformas a un simulador de ruleta rusa (próximamente en Steam y Kickstarter Greenlight).
Cuando le dices a alguien que eres daltónico suelen pasar dos cosas. La primera es que me pregunten cómo es ver las cosas en blanco y negro. La segunda es que señalen a mi camiseta y me pregunten de qué color creo que es. En esos casos debo armarme de paciencia para explicar que sí que hay personas que ven solo en blanco y negro, pero que se trata de una condición muy rara que solo afecta a una de cada 33.000 individuos, y yo no soy uno de ellos.
Si eres como yo, al menos un tipo de conos no funciona bien. El tipo concreto determina qué tono no eres capaz de percibir y, por tanto, que tonos intermedios vas a ver distorsionados. En mi caso, padezco deuteranomalía. Eso significa que tengo sensibilidad reducida a la luz verde. Es el tipo más común de daltonismo. Como resultado de ello tengo problemas para diferenciar el color rojo, el verde, el marrón, el naranja, y algunos tonos de azul.
Ese problema hace que determinados tonos se fundan y se vean idénticos cuando están próximos. Puedo distinguir una camiseta verde de una roja, pero muéstrame un estampado rojo y verde y no podré verlo Esa fue mi perdición en los escudos de Guacamelee!.
Pensar en mi daltonismo como una discapacidad sería ponerme demasiado melodramático, pero sí que afecta a la manera en la que disfruto de ciertos juegos. Si juego al FIFA online debo prestar especial atención a las camisetas de cada equipo para no confundirlas en algunos casos. Los puzzles que se basan en colores como en Zuma o Hexic son directamente imposibles. Incluso juegos con los textos en verde como Fallout 3 pueden suponer un reto adicional.
Lo que más frustración me genera son los juegos que tienen problemas de color que podrían haberse evitado para no hacer la vida imposible a los jugadores daltónicos. Guacamelee! podría no haber sido tan frustrante si se hubiera optado por otra forma de identificar los escudos. Far Cry 3 podría simplemente permitir cambiar los colores del minimapa.
Lo que más frustración me genera son los juegos que tienen problemas de color que podrían haberse evitado para no hacer la vida imposible a los jugadores daltónicos. Guacamelee! podría no haber sido tan frustrante si se hubiera optado por otra forma de identificar los escudos. Far Cry 3 podría simplemente permitir cambiar los colores del minimapa.
Si Bioshock 2 quiere incluir un minijuego de hacking basado en colores, al menos podría haber acompañado los colores de texturas que permitan identificarlos. Al final acabé evitando completamente el juego porque intentar hackear puertas o torretas se convertía en una cuestión de echar una moneda al aire.
La buena noticia para la gente como yo es que cada vez más desarrolladores y estudios se están dando cuenta de que hay un 10% de los jugadores varones que tiene mi mismo problema (El daltonismo apenas afecta al 1% de las mujeres) y están adaptando sus juegos en consonancia.
La buena noticia para la gente como yo es que cada vez más desarrolladores y estudios se están dando cuenta de que hay un 10% de los jugadores varones que tiene mi mismo problema (El daltonismo apenas afecta al 1% de las mujeres) y están adaptando sus juegos en consonancia.
Por ejemplo, todos los Call of Duty desde Modern Warfare incluyen un modo específico para daltónicos que permite cambiar los indicadores de equipo de los tonos rojo y verde por defecto. Me di cuenta de ello después de unos cuantos meses jugando a ciegas. Borderlands 2 publicó un parche que añadía descripciones a su código de colores. Grandes títulos como World of Warcraft, DOTA 2 o Team Fortress 2 ya tienen opciones específicas para daltónicos. Sim City incluso cuenta con diversos filtros para diferentes variantes de ceguera de color.
Hay desarrolladores que se ponen en contacto con la comunidad de daltónicos en busca de consejo a la hora de crear sus juegos. Es muy agradable sentirse implicado en el proceso creativo, y me hace albergar esperanzas de que los filtros de color para los diversos tipos de daltonismo serán, algún día, la norma en todos los juegos como ya lo son, por ejemplo, los subtítulos. Odio pensar que alguien puede quedar excluido de un juego por algo tan simple como el color de un texto.
Hay desarrolladores que se ponen en contacto con la comunidad de daltónicos en busca de consejo a la hora de crear sus juegos. Es muy agradable sentirse implicado en el proceso creativo, y me hace albergar esperanzas de que los filtros de color para los diversos tipos de daltonismo serán, algún día, la norma en todos los juegos como ya lo son, por ejemplo, los subtítulos. Odio pensar que alguien puede quedar excluido de un juego por algo tan simple como el color de un texto.