El adolescente fue acusado de "sexting" término que define una forma de "cortejo virtual" que consiste en el intercambio de mensajes con imágenes o textos pornográficos.
Jessica Foster, abogada del muchacho, contó a la cadena NBC que la policía pidió que su cliente fuera trasladado a un hospital, donde se le aplicaría un inyectable con el fin de forzar una erección. Una vez conseguido esto, debía tomársele una foto desnudo.
La abogada contó que la solicitud tenía como objeto comparar la foto obtenida con otras al parecer enviadas por el joven a su supuesta víctima, para establecer si se trata del mismo órgano sexual.
El caso ocurrió en Prince William County, Virginia. El canal antes mencionado contactó a la policía local, pero no logró obtener declaraciones, más allá de la información de que el caso se habría iniciado a partir de una denuncia realizada por la madre de la quinceañera.
