En un estudio reciente, investigadores de la Universidad de Essex, en Reino Unido, compararon la estatura promedio de los hombres en la década de 1890 con la estatura promedio en la actualidad. A finales del siglo XX, los hombres de 20 años medían 1.68m, hoy en día miden 1.78m. El incremento en la altura puede atribuirse a una dieta más nutritiva, mejor higiene y un avance en la medicina.
El antropólogo Barry Bogin, de la Universidad de Loughborough, realizó una investigación similar. Desde la década de 1970, ha monitoreado los patrones de crecimiento en niños de origen maya viviendo en Guatemala, México y Estados Unidos. Descubrió que los niños nacidos en Estados Unidos eran en promedio 11.4cm más altos que sus parientes nacidos en los otros países. Esto también se debe al acceso a comida más nutritiva, así como a un menor riesgo de padecer enfermedades infecciosas.
Si bien esta es una tendencia a la alza, algunas poblaciones no han experimentado un aumento de estatura. Las hambrunas, epidemias y crisis económicas se ven reflejadas en el físico de las generaciones posteriores.
En comparación con sus predecesores, el hombre contemporáneo es mucho más robusto. Desde 1980, el número de personas obesas alrededor del mundo se ha duplicado, de acuerdo con cifras de la OMS. En 2013, el 29% de la población se consideraba obesa o con sobrepeso. Los expertos concuerdan en que una dieta calórica y poco ejercicio son responsables de esta epidemia. Sin embargo, pueden influir otros factores como la epigenética, es decir, aquellos cambios hereditarios que modifican el ADN pero sin alterar su secuencia.
En muchos países, los niños están alcanzando la pubertad con mayor rapidez. En Estados Unidos, por ejemplo, la edad promedio en que las mujeres tienen su primera menstruación es de 13 años, mientras que a mediados de 1800 era de 17 años, de acuerdo con un estudio publicado en 2003 en Journal of Endocrine Reviews. Se ha sugerido que la obesidad está relacionada con una maduración prematura.
El humano ha alcanzado nuevos límites en la longevidad. La esperanza de vida alrededor del mundo ha aumentado de 30 años durante el siglo XX a 70 años en 2012. La OMS prevé que en 2030, incrementará a 85 años para las mujeres viviendo en países desarrollados. Los avances médicos y el higiene han hecho posible vivir más que cualquier otro momento en la historia.