Billy Mitchell y las “guerras bajo el mar”
En 1906, el general estadounidense Billy Mitchell realizó una predicción que en su momento sonó descabellada. Según él, las siguientes guerras se librarían en el aire y, también, bajo el mar. Con esas palabras predijo el ataque a Pearl Harbor (Hawái) en 1941, cuando la Armada Imperial Japonesa invadió una base naval de los Estados Unidos.
Su rol en la Primera Guerra Mundial
Más allá de que sus ideas eran consideradas alocadas, durante la Primera Guerra Mundial, Mitchell consiguió el rango de “general de brigada” y tuvo la oportunidad de demostrarle al mundo que era más que un charlatán. De hecho, se convirtió en uno de los más temidos estadounidenses en Europa, ya que con sus fuerzas aéreas baleó diferentes bases alemanas.
Ernest Hemingway pensaba que lo perseguía el FBI...
El prolífico autor estadounidense, quien sufría de alcoholismo y terminó por suicidarse, vivía en un estado de paranoia constante. Desde la década de 1940, Hemingway era un gran admirador de Cuba, país que siguió visitando aún después de la Revolución, algo condenable por los Estados Unidos y su lucha contra el comunismo. Por tales motivos, el escritor aseguraba que era una víctima del FBI y que vivía “el peor de los infiernos” al no poder usar el teléfono y tener interceptado el correo. Sus amigos y familiares pensaban que esta idea era producto de su adicción a la bebida y de su depresión.
... y tenía razón
Por manifestar sus pensamientos, Hemingway fue sometido a tratamientos de electrochoque en un hospital psiquiátrico. Luego de su alta, en 1961 se quitó la vida. Dos décadas después de su deceso, el FBI puso su expediente a disposición del público... y el tiempo terminó por darle la razón al escritor. Su expediente era enorme, por lo que la paranoia de Hemingway no sólo era justificada, sino que incluso él mismo había subestimado el alcance de su vigilancia. La policía lo había estado siguiendo desde 1940, por orden de J. Edgar Hoover (director de esa oficina), a quien le llamaba poderosamente la atención el fanatismo del escritor por Cuba.
Nostradamus y sus cuestionadas predicciones
Michel de Notredame, más conocido como Nostradamus, era considerado sabio por algunos... y loco por otros. Ya de adulto, el profeta descubrió su habilidad para predecir el futuro. En 1566, su capacidad para la clarividencia estaba muy difundida. Pero con la fama llegaron los rumores de que sus poderes provenían del mismísimo demonio. Más allá de los cuestionamientos de su época, hoy todos reconocen la veracidad de sus profecías.
Por manifestar sus pensamientos, Hemingway fue sometido a tratamientos de electrochoque en un hospital psiquiátrico. Luego de su alta, en 1961 se quitó la vida. Dos décadas después de su deceso, el FBI puso su expediente a disposición del público... y el tiempo terminó por darle la razón al escritor. Su expediente era enorme, por lo que la paranoia de Hemingway no sólo era justificada, sino que incluso él mismo había subestimado el alcance de su vigilancia. La policía lo había estado siguiendo desde 1940, por orden de J. Edgar Hoover (director de esa oficina), a quien le llamaba poderosamente la atención el fanatismo del escritor por Cuba.
Nostradamus y sus cuestionadas predicciones
Michel de Notredame, más conocido como Nostradamus, era considerado sabio por algunos... y loco por otros. Ya de adulto, el profeta descubrió su habilidad para predecir el futuro. En 1566, su capacidad para la clarividencia estaba muy difundida. Pero con la fama llegaron los rumores de que sus poderes provenían del mismísimo demonio. Más allá de los cuestionamientos de su época, hoy todos reconocen la veracidad de sus profecías.
¿Qué adivinó?
En sus escrituras, Nostradamus dejó asentado: el nacimiento de Napoleón Bonaparte y su posterior alzamiento como emperador de Francia; los bombardeos atómicos de Hiroshima y de Nagasaki; el asesinato del expresidente de los Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy y el de su hermano, el senador Robert Kennedy; la subida al poder de Adolf Hittler; y el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York.
Russ Tice, el primero en decir que los Estados Unidos nos vigilan
Este analista de Inteligencia para la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos contactó en 2005 a “The New York Times” para denunciar que el gobierno estadounidense leía los correos de sus ciudadanos e incluso escuchaba sus llamadas telefónicas. En ese entonces lo tomaron por delirante, lo sometieron a evaluaciones psicológicas y lo despidieron de manera deshonrosa. Sin embargo, a principios de 2013, el espía Edward Snowden le dio la razón, reuniendo gran cantidad de evidencia física irrefutable para apoyar su postura.
Galileo Galilei, el primero en postular que la Tierra era redonda
Este astrónomo italiano fue tomado por loco y amenazado de muerte cuando se atrevió a desafiar la arraigada creencia de que la Tierra era cuadrada, que no se movía y que, además, era el centro del Universo. Sin embargo, el tiempo supo darle la razón. Hoy nadie cuestiona que nuestro planeta es esférico y que gira alrededor del Sol...
Gary Webb y su denuncia por drogas
Este periodista ganador de un Premio Pulitzer se atrevió a denunciar que la CIA colaboró para hacer entrar drogas a los Estados Unidos, en especial la cocaína. El organismo desmintió sus dichos de manera oficial, lo que le valió a Webb la pérdida del respeto por parte de sus colegas. Sin embargo, tras el declive del investigador, la CIA realizó una investigación interna y confirmó lo que Webb había denunciado. Esta alianza fraudulenta duró más de una década. Por desgracia, cuando se supo la verdad, el periodista ya se había suicidado.
Adrian Schoolcraft, el policía perseguido
El oficial Adrian Schoolcraft era tan paranoico que grababa prácticamente todo lo que veía en la comisaría neoyorkina para la cual trabajaba. Esta conducta hizo que sus compañeros de trabajo lo juzgaran y lo tildaran de enfermo. Sin embargo, sus cintas demostraron cómo la fuerza arrestaba a gente inocente e ignoraba testimonios de víctimas de delitos a cambio de dinero.
En sus escrituras, Nostradamus dejó asentado: el nacimiento de Napoleón Bonaparte y su posterior alzamiento como emperador de Francia; los bombardeos atómicos de Hiroshima y de Nagasaki; el asesinato del expresidente de los Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy y el de su hermano, el senador Robert Kennedy; la subida al poder de Adolf Hittler; y el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York.
Russ Tice, el primero en decir que los Estados Unidos nos vigilan
Este analista de Inteligencia para la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos contactó en 2005 a “The New York Times” para denunciar que el gobierno estadounidense leía los correos de sus ciudadanos e incluso escuchaba sus llamadas telefónicas. En ese entonces lo tomaron por delirante, lo sometieron a evaluaciones psicológicas y lo despidieron de manera deshonrosa. Sin embargo, a principios de 2013, el espía Edward Snowden le dio la razón, reuniendo gran cantidad de evidencia física irrefutable para apoyar su postura.
Galileo Galilei, el primero en postular que la Tierra era redonda
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Gary Webb y su denuncia por drogas
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Adrian Schoolcraft, el policía perseguido
El oficial Adrian Schoolcraft era tan paranoico que grababa prácticamente todo lo que veía en la comisaría neoyorkina para la cual trabajaba. Esta conducta hizo que sus compañeros de trabajo lo juzgaran y lo tildaran de enfermo. Sin embargo, sus cintas demostraron cómo la fuerza arrestaba a gente inocente e ignoraba testimonios de víctimas de delitos a cambio de dinero.