Ante esa situación la única defensa es probar el sushi, disfrutarlo y entenderlo. Una vez hayamos superado ese paso llegará la hora de dar una bofetada en la cara a todos esos que presumían de sushi y prepararlo en casa con nuestros propios ingredientes (¿he oído Doritos?). Para ello necesitaremos el Sushezi, una especie de bazooka que fabrica sushi en grandes cantidades.
El proceso es muy sencillo; sólo hay que preparar el arroz blanco al estilo japonés, poner un poco de aceite para lubricar el tubo y rellenarlo con los ingredientes que se te antojen. Cierra el aparato y empuja el émbolo para que salga el rollo de arroz por el tubo. Dejar sobre una hoja de alga para posteriormente enrollarlo y cortarlo en rodajas. Listo para servir acompañado de salsa de soja, wasabi y alioli. Por aquello de innovar.