La región de Xinjiang ha sido el foco de una fuerte presión por parte de Pekín para evitar "el extremismo religioso" en el grupo étnico musulmán de los uigures, que albergan ánimos separatistas.
A través de estos murales se muestran a los "malos" uigures pintados de negro mientras que los "buenos" que respetan las leyes son dibujados con colores brillantes. Aquí una aplanadora con la bandera china pasa por encima de los "malos" uigures.
"Una montaña de cuchillos y un mar de fuego" es un proverbio chino que describe la dificultad de una situación peligrosa. Muchos de los recientes ataques en la provincia de Xinjiang fueron perpetrados por atacantes armados con cuchillos. Los uigures tienen prohíbido portar armas cortopunzantes.
El mensaje de Pekín es claro. Este mural muestra un hacha con el emblema de la República Popular de China aplastando de nuevo a los "malos" uigures vestidos de negro.
Este dibujo refleja lo que ha sido el mensaje permanente de Pekín: que los terroristas deben "ser perseguidos y expulsados como ratas en las calles".
Es común ver a las fuerzas de seguridad patrullando las calles de Xinjiang. A menudo los uigures son detenidos para ser requisados. Los guardias armados en este mural están rodeados de palomas que representan la paz.
El gobierno ha emprendido varios programas en la región. Uno es el "Proyecto belleza". Las mujeres tienen prohibido el uso del velo que les cubra la cara. Esta imágen es una invitación a mostrar su rostro para "entregar su belleza al mundo".
Pekín ha declarado que algunos uigures se han radicalizado debido a videos de militantes yihadistas en Pakistán y Afganistán que se consiguen en internet. Aquí una mujer con velo descarga material prohibido de una computadora y lo comparte con un uigur.
El material prohibido también puede ser descargado de los servicios de televisión satelital privados, que son muy baratos en China, pero requieren de un permiso especial para ser utilizados.
Frente a una bandera china, un grupo de uigures lee un documento con el escudo del país. Pekín afirma que los uigures deben ser primero chinos y después musulmanes.
El gobierno prohibe que los menores de 18 años entren a las mezquitas, para no acercarse a los "yihadistas malos" representandos en la parte inferior izquierda de este mural.
Los murales se pueden apreciar en distintas zonas de la provincia de Xinjiang. El gobierno espera que sean una herramienta para combatir "el extremismo religioso" en la región.