Conocido como Pramotor – un juego de palabras entre cochecito y motor, en inglés -, el invento de Dunkley, una empresa británica con sede en Birmingham, venía a ser una especie de ‘scooter’ sin rueda delantera. La niñera se posicionabaq en la parte de atrás y se servía del manillar para dirigir el carro, situado en la parte frontal. El Pramotor contaba con un botón de arranque, un embrague controlado con las manos y un único freno.
Las autoridades prohibieron el uso del cochecito a motor en los parques y vías peatonales, pudiendo circular únicamente por la calzada, compartiendo espacio con el resto de vehículos a motor. Algo que resultaba bastante peligroso para los menores.
El Pramotor se dejó de producir en 1925; un año después, la empresa Dunkley desaparecía. A pesar de sus excentricidades motoras, las patentes de la compañía forman parte del bagaje necesario para llegar hasta el coche tal como lo conocemos hoy en día. Algunas relevantes, otras poco útiles, pero muchas lo bastante curiosas como para ser contadas.