Y si nuestro visitante mensual que nos impide las salidas, nos hace ponernos de mal humor y nos hace llorar por todo ¿fuera en realidad un individuo? Así es como sería su visita esos días que queremos estar solas, si nuestro periodo fuera un impertinente visitante de carne y hueso que parece no querer irse nunca.
ANUNCIO PATROCINADO



Con la tecnología de Blogger.