Una escultura al desnudo tan pequeña que 'camina sobre un cabello'. Se podría parar sobre una hebra y sobraría espacio.


La estatua microscópica de polímero del escultor sudafricano Jonty Hurwitz, titulada Trust, medía tan solo una centésima de centímetro y ha sido llamada la "escultura más pequeña que alguna vez se haya hecho".

Pero la mujer más diminuta del mundo repentinamente desapareció hacia un lugar desconocido, probablemente para nunca ser vista otra vez. Mientras estaba siendo fotografiada a través de un microscopio electrónico –la única forma de ver esta diminuta creación–, Trust se evaporó, y el fotógrafo solo dejó una huella borrosa como pista.

Después de una larga hora de búsqueda, Hurwitz y el fotógrafo se dieron por vencidos: "Esto fue horrible. Recuerdo que le dije: 'Acabas de destrozar o perder la más pequeña forma humana que alguna vez haya sido creada en la historia'",dijo Hurwitz.

Aun así, hay algunos que piensan que ninguna bailarina estuvo alguna vez allí. Invisible para el ojo humano, ¿cómo podemos confiar en que esta escultura alguna vez existió más allá de la pantalla de la computadora?

Para Hurwitz, "En esa escala, la escultura en realidad no existe, o bien, nuestra percepción no nos permite percibir su existencia. "En cierto modo, esto cuestiona la idea del arte contemporáneo, al preguntar: 'Espera, ¿una pieza de arte que en realidad no puedes ver, es realmente una obra de arte?'"














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