¡El amor mueve montañas! Leyenda, ficción y realidad están llenas de célebres romances. Estos son unos pocos.

Paris y Helena


Dicen que los hombres con mujer bonita no deben invitar a casa a amigos guapos. El legendario rey espartano Menelao cometió el error y el príncipe troyano Paris se fijó en Helena, esposa del monarca. El flechazo se produjo y la parejita se fugó, aprovechando que Menelao estaba en el trabajo (en una campaña militar). Y se desencadenó la Guerra de Troya, con sus miles de muertos, entre ellos Aquiles por la debilidad de su talón.

Laura y Petrarca

Francesco Petrarca, el italiano del siglo XIV, es considerado el creador de la poesía lírica. Como corresponde a su género literario, la inspiración que produce un gran amor fue de gran ayuda. El Viernes Santo de 1327 vio por primera vez a Laura de Noves . A partir de ese momento no tuvo paz, aunque sí mucha musa. La «Hermosa Laura» nunca le correspondió a Francesco, a pesar de que este le dedicó un Cancionero completo, su obra más conocida.

Dante y Beatriz

Beatriz Portinari fue tan idolatrada por Dante Alighieri, que fue escogida por el poeta para que lo guiara por el Paraíso en su inmortal obra La Divina Comedia. Se cree que Dante solo vio a «su amada Beatriz» unas pocas veces y nunca le dirigió la palabra. Al parecer, Beatriz era una chica de la nobleza florentina que falleció a los 20 años. Edad muy corta para morir, incluso en ese tiempo, pero suficiente para fulminar de amor a alguien.

¿Leonardo da Vinci y Lisa Gherardini?

Es solo una picante especulación sin ningún fundamento. Pero la historia del retrato más famoso del arte universal estaría mejor aderezada con esta atrevida hipótesis amorosa entre Leonardo y la esposa de Francesco del Giocondo. Muchos la descartarán de plano por la versión de que da Vinci era gay.

George Sand y Alfred de Musset

El de los escritores Alfred de Musset y George Sand, es uno de los romances más sonados de la historia. No fue una relación homosexual. George Sand fue el seudónimo que utilizó la baronesa Dudevant, ya que en el siglo XIX aún era mal visto que las mujeres escribieran. La directora Diane Kurys los seleccionó como la pareja de su película Los amantes del siglo.

Marilyn Monroe y Joe DiMaggio

Se dice que el hombre que posee el récord del béisbol mayor más difícil de batir —56 juegos consecutivos conectando al menos un hit— fue el único que amó verdaderamente al icono sexual de los estadounidenses. Cada semana y casi hasta su muerte, llevó un ramo de flores a la tumba de su amada.







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